“El tabaco no solo provoca problemas de índole pulmonar, sino que favorece los estados depresivos, la osteoporosis, también favorece el cáncer en cualquier sistema del cuerpo. Entonces la morbimortalidad asociada al tabaco es gigante, y siento que todavía los números no apoyan en disminuir en eso, pero por lo menos hay una movilización hacia entender que es malo”.
Es así como para la médico internista Carolina González ( integrante del Colmed Maule) el uso del tabaco es un tema, sobre todo por su experiencia laboral en el Departamento Respiratorio del Hospital Regional de Talca (HRT). Indica que los inicios de las personas con tabaquismo pueden ser múltiples; para ser aceptados socialmente, en la adolescencia para pertenecer a un grupo, para pasar la pena, la soledad, e incluso ir al baño.
“El otro día una paciente me contaba que su único momento de desconexión en el día era cuando se fumaba el cigarro en la mañana, a la hora de almuerzo y en la noche después de hacer todas las cosas en su casa. O sea la motivación para iniciarse y mantenerse en el ambiente tabáquico son muchas, a pesar de todos los mensajes que se dan en el sentido contrario”, señala.
Eso sí hay que reconocer que las campañas antitabaco en nuestro país han tenido su efecto, por lo menos ahora socialmente es mal visto fumar, las personas se avergüenzan de reconocer su consumo, pero falta mucho camino por recorrer.
“Hay distintos pacientes tabáquicos, está el tabáquico social, pero también está el tabáquico que fuma 40 cigarros al día por 40 años. Más allá de eso yo he visto llegar a pacientes con oxígeno en la nariz y pasados a tabaco. Pacientes postrados que ni caminan por el daño pulmonar que tienen, usando oxígeno en forma permanente y llegan pasados a tabaco, es que es más la adicción sin duda ”, enfatiza.
Y agrega que “el tema está en que cómo es más aceptado socialmente ser tabáquico que alcohólico, la gente tampoco tiene esa presión, porque puedes fumar sin ser tan apuntado. Entonces la gente no quiere dar al primer paso, no quiere intentar dejar de fumar, y si una persona con hábito tabáquico no tiene interés de dejarlo, es muy difícil que logre hacerlo”.
Pero es cierto que hay mucho terreno ganado en este tema, reconoce la profesional. Es cosa de sólo mirar la serie “Los 80” donde la gente fumaba dentro de las casas, en los hospitales, no había ningún control social, ni ningún tipo de restricción del Estado.
“Pero todavía (pese a todas las campañas) se mueren millones de personas al año por consecuencias directas o indirectas del tabaco. Todavía tenemos millones de pacientes hospitalizados por enfermedades secundarias al tabaco”… es que “la batalla contra el tabaco todavía no se ha ganado”.
Finalmente, es importante señalar que el tema también pasa por el negocio que genera el consumo. “El negocio de las tabacaleras es muy intenso, a pesar de hay leyes que hoy lo restringen, pero cuando hay temas de dinero de por medio, de grandes sumas de dinero, es difícil contrarrestarlo”, concluye.