La Policía de Investigaciones de Chile (PDI) y la Universidad de Talca (UTALCA) lanzaron en la jornada de hoy jueves una campaña de bien público sobre venta ilegal de medicamentos, actividad ilícita que además de ser un delito de salud pública, también involucra problemáticas asociadas directamente a la falta de supervisión de los productos, los cuales pueden ser manipulados, mal rotulados o carecer de la conservación apropiada.
De acuerdo a las cifras a nivel nacional del Centro Nacional de Análisis Criminal, en el primer semestre de 2021 la PDI realizó 531 incautaciones de medicamentos. Mientras que durante el mismo periodo del 2022 (enero a junio), se retiraron 676.931 medicamentos del mercado, lo que equivale a un aumento de un 900%.
Los datos muestran que no solo se registra una mayor cantidad de incautaciones, sino que los medicamentos que se ofrecen en el mercado ilegal son cada vez más variados. Aumentando en forma considerable, aquellos que requieren una receta médica para su compra en establecimientos autorizados.
Entre los riesgos de adquirir medicamentos en redes sociales o ferias libres, están que no se almacenan ni conservan bajo estándar sanitario, no existe control sobre su verdadera composición o sus efectos, muchos de estos productos están mal rotulados o con información adulterada y no son obtenidos directamente de los laboratorios.
En esa línea, el jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos y medioambientales, subprefecto Juan Carlos Moya, manifestó que “es importante, que a través de esta campaña generemos la conciencia del riesgo que corren las personas al comprar medicamentos en lugares no establecidos, porque pueden ser víctimas de intoxicación por medicamentos que no corresponden al rotulado y cuyo almacenamiento y conservación está no controlada”, expresó.
Al respecto, la PDI del Maule buscó alianzas con diferentes actores público-privados para difundir los pormenores sobre la venta ilegal de medicamentos, como el Servicio de Salud del Maule, el Hospital Regional de Talca, la empresa Duramás Publicitaria y la Universidad de Talca, casa de estudios superiores que comprometió divulgar contenidos en su canal de televisión CampusTV, en las pantallas ubicadas en sus diferentes campus y en redes sociales del plantel, haciéndose partícipes de esta campaña de bien público: “La venta de medicamentos ‘por ahí’ es un delito. No te arriesgues. Ni arriesgues tu salud”.
La vicerrectora de Desarrollo Estudiantil UTALCA, Paula Caballero, sostuvo que “estamos muy contentos por esta alianza con la Policía de Investigaciones de Chile (PDI). Somos una universidad pública, por tanto nos importa nuestro territorio y comunidad. Se trata de una campaña de bien público que nos llama a cuidarnos de la automedicación y de la venta de medicamentos en lugares inadecuados. Con la pandemia, sin duda, esta es una realidad que ha aumentado. Nosotros, como universidad, asumimos esta campaña con una responsabilidad enorme y también conscientes de que esto es un delito y que depende de todos hacer que la situación cambie porque nuestra salud está en juego”, dijo.
Asimismo, el director de Salud del Estudiante UTALCA, Daniel Jiménez manifestó que “más allá del delito en que incurren las personas que comercializan medicamentos irregularmente, tenemos que poner atención en cuál es el daño al consumir estos productos. No sabemos su procedencia, su almacenamiento y no tenemos control de la dosis. De esta forma, el efecto secundario que pudiese generar ese medicamento no recetado por un profesional, obviamente, podría generar un impacto muy negativo en la salud de las personas. La recomendación es acudir a un profesional de la salud correspondiente para tener la receta adecuada, y por otra parte, comprar en recintos autorizados -por la autoridad sanitaria- para asegurarnos que su procedencia, almacenamiento, dosificación y rotulación sea el adecuado”, indicó.
Recomendaciones
Finalmente, desde la BRIDEC Talca entregaron algunas recomendaciones como comprar siempre en lugares establecidos, ya que el comercio informal no cumple con las normas de conservación necesarias; no consumir medicamentos sin supervisión médica; fijarse que los medicamentos cuenten con las respectivas resoluciones sanitarias; y, por último, observar que las fechas de caducidad y medidas de seguridad no estén adulteradas.