“La astronomía ha logrado llevar a cabo -precisa Paula Jofré– un progreso sin parangón en los últimos años. La misión espacial Gaia, punta de lanza del programa científico de la Agencia Espacial Europea, ha posibilitado el acceso a información de incalculable valor: el lugar y la distribución de miles de millones de estrellas que conforman nuestra galaxia”.
La ciencia galáctica, compuesta por conocimientos tan distintos como la física nuclear, la estadística, la astrofísica y la inteligencia artificial, entre otras áreas del saber, ha posibilitado un proyecto interdisciplinario fundamental para entender los datos que Gaia, desde el espacio, puede ofrecer. En Fósiles del Cosmos, Paula Jofré nos invita a recorrer un camino apasionante.
Paula, ¿cómo surge la escritura de Fósiles del Cosmos?
-Se motiva de un curso que daba en la Universidad Diego Portales llamado Estrellas de la Galaxia en el cual no había suficiente material complementario en español.
¿Qué alcances nos ha permitido lograr el Proyecto Gaia?
-Teniendo datos precisos de miles de millones de estrellas acerca de su posición y brillo en el cielo (y esto medido muchas veces) tenemos unos mapas detallados del cielo que además son dinámicos. Eso nos ha permitido, por ejemplo, reconocer estructuras en la Galaxia, como torbellinos o corrientes estelares, que antes, los datos simplemente no eran suficientes. Estamos empezando una nueva era, en cómo es nuestra noción del espacio que nos rodea en cuanto a sus estrellas.
¿Por qué se habla que Gaia produjo una verdadera revolución astronómica?
-Porque primera vez en la historia que contamos con tanta información detallada de tantas estrellas. Para cada estrella podemos ahora saber sus propiedades muchísimo mejor que antes, y además tenemos una noción mucho más clara de lo que nos rodea. Eso es en sí revolucionario. Al tratar también con datos de más de mil de millones de estrellas, el almacenamiento y forma de análisis también requiere de nuevas técnicas tecnológicas.
¿Hacia dónde nos puede llevar el conocimiento entregado por Gaia?
-Hacia entender mejor nuestro entorno celeste, y hasta poder medir detalles de movimientos tan sutiles en estrellas como por ejemplo efectos de ondas gravitacionales, efectos de relatividad general, efectos de planetas, etcétera, que por predichos que estén en la teoría jamás, han podido ser imaginados, medidos. Con Gaia podremos hacerlo tal vez muy pronto.
“No está claro que viene después de Gaia”
Paula Jofré estudió astronomía en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Es doctora en Ciencias Naturales por la Universidad Ludwig – Maximilan y el Instituto Max Planck para Astrofísica en Alemania. Ha trabajado en el Laboratorio de Astrofísica de la Universidad de Burdeos en Francia, así como en su Instituto de Astronomía y en King’s College de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra. Por su trabajo ha sido reconocida como una de las cien mujeres líderes por El Mercurio en 2011 y 2018. Actualmente es profesora de la Universidad Diego Portales.
Paula, ¿de qué manera Gaia funciona de una manera análoga a la visión humana?
-Gaia identifica los puntos celestes y anota donde están y cuál es su brillo. Esto lo hace para mil millones de estrellas, y unas 70 veces por cada una de ellas. Esta información sirve para saber después, no solo las posiciones de ellas en el cielo sino también sus distancias y velocidades. Al conocer eso, podemos saber, dados sus brillos y colores, sus propiedades intrínsecas, y sus orígenes.
¿Qué podemos aprender del conocimiento de la estructura de las estrellas?
-Por ejemplo, podemos entender cómo funciona la nucleosíntesis, el proceso de crear elementos químicos. También podemos entender cómo funciona la materia densa.
Gaia es una fecunda misión de paz próxima a concluir. ¿Visualiza esfuerzos próximos similares?
-Aún no está claro qué vendrá después de Gaia. Se ilusiona con una misión similar a Gaia, pero con filtros que permitan mirar en el infrarrojo. Eso permitirá estudiar objetos que están ocultos a la luz visual, en particular aquellos que residen en zonas oscurecidas por mucho polvo interestelar. Ahí es donde se forman las estrellas, por ejemplo, y Gaia es ciega como nosotros, que también solo vemos luz visual.
Años de formación
Paula, ¿cómo fue su acercamiento a la astronomía?
-Gradual en verdad. Tenía curiosidad por el cielo, pero al entrar a estudiar astronomía no tenía una noción clara de qué me esperaba en el futuro. Lo pasé muy bien en la Universidad, y mi interés por la astronomía se mantuvo, por lo que continué con un doctorado. Así ha ido todo rodando, como lo paso bien y me interesa, entonces me quedo…
¿Qué importancia tuvo su estadía en Alemania?
-Siendo descendiente de alemanes, siempre quise vivir allá por un tiempo. Un
doctorado me lo permitió. Encontré marido y forme mi familia, por lo que Alemania
es ahora mi segundo hogar
¿Cree que la información que nos entrega Gaia, permite alcanzar un nuevo sentido de nuestro lugar en el universo?
-¡Por supuesto!
Paula, seguramente usted ha estado en los observatorios que existen en Chile. Al observar la vía láctea, ¿qué siente y qué preguntas se hace ante su inmensidad?
-Creo que cuando estoy bajo el cielo estrellado siento y me pregunto lo mismo que todas las personas. Misterio y curiosidad por el cielo.
Por último, me gustaría que profundice en esa profunda frase: Somos polvo de estrella…
-Las estrellas crean los elementos químicos por la nucleosíntesis que también las hace brillar. Al morir las estrellas, ese material sintetizado es mezclado con las nubes de polvo interestelar, que sirven para hacer nuevas estrellas. Cuando se forman estrellas, se forman también los planetas. Así, la Tierra y sus seres en ella, se crearon de una nube de gas y polvo que contenía elementos químicos como el oxígeno, carbono, magnesio, hierro, etcétera, que fueron formados por estrellas antiguas y donaron, al morir, estos elementos, que ahora nos forman.