Las intensas lluvias y bajas temperaturas que se han registrado en algunos sectores del país pueden aumentar las enfermedades durante esta estación del año, por lo que se hace necesario buscar alternativas para mejorar las defensas de los niños y adultos.
Ante ello, la nutricionista de la Dirección General Estudiantil (DGE) de la Universidad Católica del Maule (UCM), Cecilia Campos entregó algunas recomendaciones alimentarias para aumentar las defensas en invierno.
“Los alimentos más conocidos son aquellos ricos en antioxidantes, que por ser ricos en vitaminas y minerales ayudan a fortalecer nuestro sistema inmune, entre ellos podemos encontrar berries, arándanos, frutillas, frambuesas, naranjas que se encuentran de temporada, mandarinas, kiwi y granada”, comenzó diciendo.
De igual forma indicó que la recomendación es comerlas “enteras o picadas y no echas jugo, debido a que perdemos gran parte de la fibra (…) Estas frutas las podemos incorporar durante nuestra alimentación diaria, como una colación de mediodía, postre o simplemente en aquellos momentos de ansiedad”, añadió.
Sumado al consumo de frutas, también es importante comer legumbres para fortalecer el organismo, aprovechando al máximo sus nutrientes e incorporándolos en diversas preparaciones como galletas, humus o hamburguesas, entre otras.
“Las legumbres se recomiendan que mínimo las consumamos dos veces por semana, recordar que no es necesario que se incorpore carne en ellas, ya que por naturaleza son una buena fuente de nutrientes y proteínas sobre todo si las combinamos con algún cereal como arroz, quínoa, papas o pastas”, sostuvo.
Rutina alimentaria
La nutricionista de la UCM Curicó hizo hincapié en que tanto en niños como en adultos es necesario mantener los horarios de alimentación y en el caso de que no estén establecidos, poder incorporarlos dentro de su rutina diaria, teniendo colaciones entremedio del desayuno, almuerzo y once o cena.
“Es importante que más allá de tener horarios, la importancia es ver qué se comerá en cada uno de ellos, ya que la idea es poder incorporar en colaciones aquellos alimentos que no se consuman de forma habitual como fruta, frutos secos, huevo, etcétera”, aconsejó.
Y agregó: “Se debe considerar un almuerzo con ensalada, plato de fondo (cereal + proteína) y un postre (fruta idealmente), si se realizará cena puede ser idéntica al almuerzo o en el caso de tomar once, observar que el agregado del pan o lo que se vaya a consumir sea de mayor valor nutricional como verduras, huevos, proteínas y no escoger embutidos”.