Una región como la nuestra no merece otra cosa que avanzar y para hacerlo es necesario tener una ruta clara de hacia dónde queremos ir. En este punto es clave la experiencia de conocer palmo a palmo el territorio por el que caminamos a diario y donde queremos ver crecer a las nuevas generaciones.
Desde ese conocimiento, en el que fundamento mi candidatura a la reelección como consejero regional, sé que la conectividad digital es una gran deuda. Hoy día, sobre todo, durante la pandemia ha quedado de manifiesto una gran brecha digital entre la zona rural y la urbana.
De allí la importancia de que la conectividad a Internet llegue a todas las comunidades con un ancho de banda suficiente, porque todos los maulinos merecen tener igualdad de condiciones al momento de acceder a la información.
La solución a este problema la obtendremos, primero, cuando se materialice el convenio para la instalación de la fibra óptica regional con los recursos aprobados en el Consejo Regional. Segundo, cuando se licite este proyecto, así que no voy a descansar hasta que sea una realidad que beneficie a las 30 comunas y 420 localidades, haciendo del Maule una de las zonas pioneras en el país en este aspecto.
Otro problema mayúsculo actualmente es el déficit hídrico que golpea muy duramente al Maule por ser una tierra mayoritariamente agrícola. Debemos ocuparnos de este asunto a través de la gestión de recursos que sirvan para la perforación de los pozos u otras alternativas que permitan acumular el agua.
Por otro lado, debemos ayudar al pequeño agricultor para que sus productos tengan mejor estándar. Esto lo podemos lograr por medio de proyectos de innovación y buena tecnología enfocados en hacer que las cosechas sean más competitivas, no solamente a nivel local sino nacional.
El campo chileno es inmensamente valioso, rico en tradiciones y cultura que hay que incentivar. Por eso, vale la pena potenciar en este ámbito las políticas regionales.
En el rango de los asuntos valiosos, por supuesto, también están los adultos mayores. Me preocupa, por ejemplo, la cantidad de adultos mayores que se traslada a la capital regional a hacer trámites sin tener un lugar donde esperar mientras toman la locomoción de vuelta a sus hogares.
Uno de los proyectos que considero muy necesario en este sentido es la apertura de una casa de acogida de paso, porque ellos merecen tener todas las facilidades para desenvolverse.
En definitiva, queda mucho por hacer para consolidar una red de apoyo capaz de cubrir todas sus necesidades. Para eso estamos, para seguir haciendo la pega, con mucha más fuerza para enfrentar los tiempos complejos que nos convocan, porque, sin duda alguna, merecemos más.