Este 8 marzo es un día de singular relevancia para las mujeres de mundo, en general, y de la Región del Maule, en particular. Ello, porque se conmemora un año más de la trágica muerte de las obreras de Chicago quienes solicitaban justas reivindicaciones laborales.
Efectivamente, esta conmemoración tiene su origen en el 8 de marzo de 1857, cuando una marcha pionera de obreras textiles recorrió los suburbios ricos de la ciudad de Nueva York para protestar por las miserables condiciones de trabajo.
También, se recuerda por el 5 de marzo de 1908, también en Nueva York, cuando comenzó una huelga de las obreras textiles reclamando la igualdad salarial, que se disminuyera la jornada a diez horas y que se permitiera un tiempo para la lactancia, terminando trágicamente en la fábrica Sirtwoot Cotton, donde más de 100 mujeres perecieron en un fuego que se atribuye al dueño de la fábrica, como respuesta a la toma pacífica del local por obreras en huelga.
Finalmente, el 8 de marzo de 1977 fue establecido definitivamente esta fecha por la ONU como Día Internacional de la Mujer.
Si al respecto reflexionamos con serena objetividad, arribaremos a la grave conclusión que la mujer ha sido y es objeto de un elevado grado de discriminación económica, política, social y cultural desde milenios, salvo excepciones. Lamentablemente, en dicha proscripción los hombre tenemos especial responsabilidad tanto en el pasado lejano, como cercano.
Permítaseme, aportar algunos antecedentes que confirman lo aseverado, teniendo presente que los planteamientos a citar fueron elaborados por hombres muy influyentes de cada época, determinados, por cierto, por las circunstancias del período en que vivieron.
En la Grecia Antigua el gran filósofo Aristóteles decía: “Es una ley general que existen elementos naturalmente dominantes y elementos naturalmente dominados (…) el gobierno del hombre libre sobre el esclavo es un tipo de dominio, el del hombre sobre la mujer es otro” .
En China, más o menos en la misma época, Confucio afirmaba: “Es una ley de la naturaleza que las mujeres deben ser mantenidas bajo vigilancia de los hombres, sin que les sea concedido tener voluntad propia”.
Tiempo después, en el Oriente Medio Pablo sentenciaba: “No debe permitirse que la mujer adquiere educación e instrucción, que obedezca, sirva y se calle” Ya en el siglo XVIII Russeau señalaba: “Toda educación de la mujer debe referirse al hombre. Contemplarlo, serle útil, hacerse amar u honrar por él…, estos son lo deberes de la mujer en todo momento”.
Ya en el siglo XX, Mussolini coincidía con Napoleón al afirmar: “La mujer es para parir”.
Y así, suma y sigue aún en el siglo XXI.
Obviamente, en Chile la situación no ha sido distinta, pues si bien ha alcanzado un status superior al de otros países, la situación de ellas no fue mejor que la descrita. En efecto, el censo de 1854 informa que sólo el 10% de las mujeres sabía leer. 50 años después, otro censo revelaba que sólo el 26% desarrollaba un trabajo remunerado, y que en Chile había 14 mujeres dentistas, 1 mujer abogado, 9 periodistas, 4 químicas y 12 doctoras.
Las cifras son elocuentes, pero hay más, puesto que sólo en 1934 la mujer adquiere en Chile, el derecho a sufragio para las elecciones municipales.
Lo cierto es que recién en el último tiempo se aprecia una proliferación de Mujeres Líderes, específicamente si se recuerda el rol en el exilio principalmente de Hortensia Bussi de Allende; de Gladys Marín en la clandestinidad al enfrentar la alevosa dictadura de Pinochet; y de la ascensión a la Presidencia de la República de Michelle Bachelet, ya en democracia, la primera mujer que llega al mando en Chile, y que hoy nos prestigia en la Organización de las Naciones Unidas.
Ello hace menos de un siglo habría sido inconcebible, y hoy nos enorgullecemos constituyéndose ya en todo un fenómeno social. Por cierto que lo anterior tiene relación con el mejoramiento de posibilidades educativas y culturales que tienen las mujeres y que consecuentemente provoca que en la sociedad se generen líderes sociales de importancia y, que más aún, que sean capaces de mover multitudes, como las jóvenes “tesistas”, cuya reivindicación a través del arte musical y de la ciencia contra la violencia hacia la mujer, se proyectó en un fenómeno mundialmente conocido.
De esta manera, también se quebraba la cultura conservadora y el estilo tradicional que sistemáticamente han llevado las instituciones políticas de Chile, gestándose dichas líderes mujeres como íconos claves en traer nuevos bríos a áreas sociales tan desacreditadas mayoritariamente por varones, como es la política y el Parlamento. Y también en el mundo social, científico y cultural, reconocidas nacional y a escala planetaria con galardones, como Irene del Real que se hizo merecedora del Premio Women in Science, de L’Oreal Chile junto a la Unesco, o Mon Laferte que ha sido reconocida con varios Premios Grammy; o Elisa Loncón premio “René Cassin” de Derechos Humanos 2021 que concede el Gobierno vasco.
Empero, pese a los recientes avances, nadie con meridiana objetividad puede ignorar, que la mujer sigue siendo rechazada, postergada o desplazada en la actualidad, de fuentes laborales, de menoscabo salarial por el mismo trabajo que realizan los hombres, y de gravitantes instituciones públicas o privadas, por el sólo hecho de ser mujer.
Elocuentemente, la realidad también nos notifica a diario que incluso la Mujer no pueden ser siquiera dueñas de su propio cuerpo debido a una legislación y políticas públicas anacrónica, patriarcal y coercitiva.
Lo real, amigas y amigos, es que un grupo discriminado en gran parte del mundo pide que se reconozcan sus derechos. No se trata de una minoría étnica o religiosa. Se trata de una mayoría de todas las razas y credos. El segmento discriminado alcanza al 50% de la población del mundo.
Lo cierto es que algunos de los derechos que la mujer tiene hoy se debe a que tuvieron que enfrentar a los gobiernos conservadores, especialmente a las iglesias, a los hombres y a las mismas mujeres.
Sí, a las mismas mujeres para motivarlas y organizarlas en la conquista de sus derechos, demorando en ello centurias la justa materialización de sus derechos de igualdad.
Al aspecto, el sociólogo y escritor Patricio Dooner Díaz, nos dice: “La emancipación de la mujer, en el fondo, es como muchas otras emancipaciones. Es similar a la lucha contra de ciertos grupos étnicos en contra de la esclavitud o como la lucha de los proletarios por la sindicalización o la de algunos pensadores por los derechos humanos o por los derechos de los niños.”
La batalla por la emancipación femenina en Chile ha sido larga y sus resultados se están viendo recién en las tres o cuatro últimas décadas. No es casualidad que cuando se habla de este movimiento se mencione como casos paradigmáticos los ejemplos de una Amanda Labarca, Eliana Caffarena, de la Doctora Eloísa Díaz o de María de la Cruz como casos paradigmáticos. Hay que pensar que, en la primera elección presidencial que la mujer vota en Chile, es en el año 1958 y que, hasta la década del 60, varios colegios “para señoritas”; no tenían exámenes válidos porque no se consideraba que la mujer debería entrar a la universidad”.
Qué infamia institucional y societal.
Al finalizar este modestísimo homenaje a usted, apreciada amiga lectora, compañeras de ideales (Alicia, Carmencita, Soraya, Paulina y Andrea representativas de mi colectividad); directivas de la Junta de Adelanto (Claudia, Leontina y Jimena fieles exponentes de empresas privadas); a mi madre Raquel, hermana Patricia, esposa Anita, y a mis dos hijas (Camila y Emma) que amo entrañablemente, deseo resaltar las reflexiones de un gran vanguardista latinoamericano:
“Algún día las mujeres conquistarán el legítimo derecho de la Igualdad, ese día los hombres también seremos más libres, ese día la sociedad habrá ganado la más hermosa de sus causas, y ese día tiene que ser logrado no con las mujeres únicamente sino con todos los hombres”…
Me anima la certeza que así definitivamente será.
Feliz Día Internacional de la Mujer.
Jorge Navarrete Bustamante
Director. Magister en Gestión y Políticas Públicas. Universidad de Talca.
Director. Centro de Competitividad del Maule. Universidad de Talca.
Presidente. “Fundación Chile descentralizado… desarrollado”. Capitulo del Maule.
Presidente. Junta de Adelanto del Maule.