Germán Torres, el reconocido panadero artesanal y empresario argentino que revolucionó el mercado del pan en su país, falleció este martes a los 39 años tras una prolongada lucha contra una enfermedad. Su muerte ha conmocionado a la comunidad gastronómica argentina y latinoamericana.
El empresario, conocido por ser la mente creativa detrás de Salvaje Bakery y autor de dos libros especializados en panadería, dejó un legado que transformó la percepción del pan artesanal en Argentina.
La comunidad gastronómica llora su partida
La noticia del fallecimiento de Torres generó una ola de condolencias en el mundo gastronómico. Su panadería La Valiente cerró temporalmente sus puertas como gesto de respeto, comprometiéndose a mantener vivo su legado.
Christian Petersen, su socio y amigo, rindió homenaje al panadero compartiendo un emotivo video donde Torres le enseñaba su técnica para amasar. También se sumaron a las condolencias reconocidos chefs como Tomás Kalika, Osvaldo Gross y Narda Lepes, destacando su impacto en el sector gastronómico.
De publicista a revolucionario del pan
Nacido en Buenos Aires en 1985, Torres estudió inicialmente publicidad en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Sin embargo, su verdadera pasión por la gastronomía lo llevó a cambiar de rumbo profesional.
Combinó su formación publicitaria con experiencia en restaurantes de alta cocina y se especializó en el Instituto Argentino de Gastronomía, logrando fusionar creatividad con técnica culinaria.
Salvaje Bakery: el inicio de una revolución
En 2016, Torres abrió Salvaje Bakery, que rápidamente se convirtió en un ícono del pan de masa madre en Argentina. Con un enfoque innovador, transformó la elaboración y consumo del pan artesanal, considerando cada masa como “una hoja en blanco” donde plasmaba su arte.
Su audacia lo llevó a crear la línea de pan de centeno Delirante y posteriormente se asoció con el chef Christian Petersen para abrir La Valiente, consolidando su influencia en la escena gastronómica argentina.
Legado literario y educativo
Torres compartió su conocimiento a través de dos libros: “Pan de garage” (2019) y “Pan de campo” (2022). En estas obras defendía la panadería como una disciplina que va más allá de la cocina, considerándola una forma de arte y un acto creativo.
El panadero artesanal logró inspirar a toda una nueva generación de panaderos y entusiastas de la cocina en Argentina, estableciendo nuevos estándares en la panadería artesanal del país.
Su influencia trasciende las fronteras argentinas, siendo reconocido como uno de los pioneros en la renovación de la panadería artesanal en Latinoamérica. Su partida representa una pérdida significativa para la gastronomía regional.