Criteria y el Laboratorio Constitucional de la Universidad Diego Portales presentó una encuesta que analiza las percepciones sociales sobre el tema constitucional. La encuesta fue realizada entre el 28 de septiembre y 3 de octubre de 2022 a través de un panel online (1.000 casos). Ella muestra que un 79% de los encuestados favorece la idea de cambiar la Constitución y solo un 21% se inclina por no cambiarla.
Consultados los encuestados sobre quién debiera escribir la Constitución, el 41% se inclina por una Convención Mixta, con la mitad electa por la ciudadanía y la mitad de los expertos propuestos por el Congreso. Quienes más favorecen esta opción son personas entre 55-64 años, de nivel socioeconómico bajo (D), de la zona norte del país y de posturas ideológicas de centro. Por su parte, un 34% prefiere una Convención enteramente electa por la ciudadanía. Aquí, el perfil es de jóvenes, de nivel socioeconómico medio-bajo (C3), de la región metropolitana y de tendencia de izquierda. El 25% se inclina por una entidad que solo involucre expertos seleccionados por el Congreso. Aquí las inclinaciones son de personas mayores de 65 años y de tendencia de derecha.
El debate político ha estado centrado también si establecer un voto por listas de partidos o bien un sistema de votación nominal (votación por personas dentro de una lista). Al respecto la preferencia mayoritaria es el de voto dentro de una lista (62%) por sobre el voto de lista (38%).
También se consultó sobre las características de quienes debiesen conformar un cuerpo colegiado para escribir la nueva Constitución. La primera mención de preferencia la reciben los “Expertos y académicos” (53% en primera mención), seguido de “un grupo mixto de políticos, independientes expertos y académicos” (23% en primera mención), y luego grupos de “listas de independientes” (18% en primera mención). Resulta llamativo que mientras no existen diferencias significativas por sexo, edad, o posición política en la preferencia de conformación de Expertos y académicos; en el caso de la preferencia por una composición mixta recibe mayor apoyo entre las personas de 30-44 años, de centro y derecha y sectores medio-altos de la población. En cambio, una composición con independientes recibe un mayor apoyo entre sectores de izquierda, sectores socioeconómicos bajos y jóvenes.
En general, los encuestados favorecen mayoritariamente que postulen independientes en listas (78%), que la conformación sea paritaria (77%) y que considere escaños reservados para pueblos indígenas (54%). Un apoyo menor recibe la idea que puedan postular partidos políticos en listas (35%). En el caso de los escaños reservados para pueblos indígenas, mientras menor es el nivel socioeconómico y la edad de los encuestados mayor es el apoyo a ellos. Además, las personas que se declaran de izquierda son los que más favorecen tales escaños.
De lo anterior se desprende que la fragilidad del actual momento político-institucional. Mientras son los partidos los que han liderado el nuevo proceso constituyente, la ciudadanía se muestra distante respecto a que sean los partidos políticos quienes conduzcan tal proceso, reflejando la crisis de representación del sistema político actual.
Es estudio muestra que una gran mayoría de los encuestados se inclina que tanto la elección del órgano para redactar el texto constitucional como el plebiscito para ratificar dicha propuesta debe hacerse con voto obligatorio (85% y 86% respectivamente).
Al consultarle a los encuestados con los derechos sociales que deberían incorporarse en la Constitución resaltan como primera mención la Salud (38%), educación (17%), Pensiones (14%), vivienda (10%) trabajo (7%) y propiedad (9%). Se advierte asimismo un amplísimo consenso respecto a que la nueva Constitución debiese garantizar la vivienda propia (93%), reconocer la propiedad sobre los fondos de pensiones de la gente (92%), establecer el agua como un bien público inapropiable (90%), reconocer a los animales como seres sintientes (81%), y establecer paridad para todos los cargos de representación popular (72%). Un poco menos de apoyo, aunque mayoritario, recibe la idea de establecer escaños reservados en el Congreso Nacional para pueblos indígenas (53%).
Otro aspecto que recibe gran apoyo es la idea que la nueva Constitución debe establecer la libertad de elegir la salud entre pública y privada (91%). Pero, al mismo tiempo, el 68% apoya la idea de establecer un fondo público único para la administración de salud.