En Chile es poco lo que se ha investigado y experimentado sobre las nanoburbujas y su potencial en los diversos rubros. Éstas son burbujas de 100 nanómetros de diámetro y con propiedades únicas, tanto químicas como mecánicas, que la convierten en un método de aireación altamente eficiente que permite elevar rápidamente y mantener un alto nivel de oxígeno disuelto en el agua, con un bajo consumo de energía.
Hoy en día, las nanoburbujas se utilizan principalmente en la agricultura, ya que aumentan el crecimiento de los cultivos agrícolas y suprimen el desarrollo de patógenos que afectan las raíces, favoreciendo la microbiología benéfica del suelo, por medio de la emisión de burbujas que libera una gran cantidad de radicales libres que eliminan virus, parásitos y bacterias de los cultivos. En ese marco, Kapicua, empresa de Grupo Laevo, es pionera en investigación y desarrollo en el uso de nanoburbujas, siendo la principal distribuidora de esta tecnología sustentable, que también ha impulsado diversos estudios relativos a sus importantes efectos en la agricultura.
Sin embargo, el potencial de desarrollo de las Nanoburbujas es mucho más amplio, pudiendo aplicar esta tecnología en la ganadería, la acuicultura, el tratamiento de aguas residuales, desinfección y depuración de alimentos y hasta tratamiento de enfermedades del ser humano, entre otras. La nanotecnología además ha generado impactos positivos en el tratamiento de células cancerígenas; en el desempeño de paneles solares, y en la sanitización del agua y la tierra, con la finalidad de promover soluciones, que van desde la medicina hasta el medio ambiente.
Nanoburbujas en las distintas industrias
Los expertos de Kapicua han explorado la aplicación de las nanoburbujas en los diferentes rubros, estudiando sus beneficios en cada una, y con ello destacando sus diferentes aplicaciones y resultados. Algunas de ellas son:
-Agricultura: La aplicación de las nanoburbujas en el sector agrícola está generando grandes cambios ya que actúan de manera directa sobre las raíces de frutas y hortalizas, mejorando la absorción de nutrientes, la sanidad, resistencia y productividad. Kapicua ha implementado esta tecnología en varios cultivos frutícolas, tales como arándanos, cerezas, frutillas, paltos y cítricos. Dentro de sus resultados se aprecia el aumento de peso y calibre en la fruta, ahorro en un 25% de agua, fortalecimiento de raíces, reducción de consumo de fertilizantes, entre otros.
-Control de algas: El incremento de transferencia de oxígeno en el agua por medio de las nanoburbujas, permite controlar la proliferación de algas y potenciar la regeneración de la vida acuática, controlando el exceso de nutrientes, mejorando la calidad y claridad del agua. Asimismo, favorece la eliminación de vegetación que se encuentre en descomposición en el agua, elimina malos olores y reduce material orgánico en la capa de sedimento a través de la descomposición aeróbica.
-Acuicultura: Al aumentar la concentración de oxígeno disuelto en el agua, mediante un sistema de aireación sumamente eficiente, se aporta al bienestar de los peces, a los organismos vegetales que viven en el ecosistema, y a controlar excesos de nitrógeno y fósforo propiciando un ecosistema sano. Por otro lado, la tecnología sustentable de las nanoburbujas ayuda a la recuperación del agua altamente contaminada, previniendo y reduciendo la aparición de algas a través de la generación de bacterias aeróbicas que se encargan de su descomposición. Es capaz de constituir una solución rentable y libre de productos químicos para la restauración del suelo marino y del cuerpo del agua.
-Minería: Estudios demuestran que el uso de nanoburbujas en el proceso de flotación, aumenta la recuperación de metales. Las burbujas juegan un rol clave en este proceso mediante el cual se separa el metal del resto del mineral. En el proceso de flotación (que es muy intensivo en el uso de agua) se busca que el metal se adhiera a burbujas de oxígeno gracias a la acción de ciertos reactivos químicos en una solución que tiene agua, mineral previamente molido, oxígeno y dichos reactivos. Las nanoburbujas tienen 2 usos principales en este proceso, por un lado, permiten la adherencia de partículas de metal mucho más finas lo cual aumenta el porcentaje total de recuperación y por ende la productividad de la planta y, por otro lado, generar una mayor eficiencia en el uso de reactivos disminuyendo costos.
Desde 2018, Kapicua, de Grupo Laevo y especialista en tecnología agroindustrial sostenible, comenzó a trabajar con la empresa líder mundial en nanoburbujas, Moleaer, para validar la tecnología de nanoburbujas de oxígeno en la agricultura de Chile y América Latina. Trabaja con áreas de investigación agrícola en Universidad de Talca, Bernardo O’higgins y Universidad de Chile, además de productores relevantes en la industria.
Para más información visita: https://www.grupolaevo.com/nanoburbujas