Señor Director:
Mi nombre es Martín, estudiante de 23 años, un vecino del sector El Tabaco. El motivo de esta carta (y a propósito de la organización de los vecinos del sector El Tabaco que buscan no perder la línea 1), es por nuestros vecinos del sector, que nos hemos visto afectados -al igual que la gran mayoría de Talca- por la poca frecuencia de las micros, en este caso de la línea que cubre nuestro sector, la línea 1.
Pero esta situación no es única y exclusiva de este sector. En general, la vista que uno puede hacer de Talca, es que se quedó atrás o que derechamente retrocedió, quedándose en el modo pandemia.
Calles vacías, pocas micros y la gente quedándose en sus casas.
Pareciera ser que esta ciudad perdió parte de su brillo. Distintas causas podrían explicar esto, las cuales poco importan ante el real problema, la baja frecuencia y poco compromiso del transporte público. El cual ha desencadenado en un problema más grande aún, la congestión vehicular.
Todos somos capaces de diagnosticar el problema, el cual requiere ser tratado con urgencia y hoy, más que nunca, necesitamos de nuestras autoridades, las cuales, de buena fe, sabemos que esta carta las pudiera motivar a gestionar soluciones. Ya con recuperar la frecuencia de las micros en todos los recorridos se haría mucho, que para los que vivimos esas dulces épocas del transporte público, recordamos con nostalgia que funcionaba hasta las 21:30, incluso algunas salían a las 22 horas y en verano se ampliaban algunos recorridos hasta las 22:30 y los domingos, sabíamos que la última salía alrededor de las 20:30 horas.
Hoy, esto ya no es así, es más, el problema presentó ya un síntoma evidente en la llegada de cientos de estudiantes universitarios que llegaron a Talca en marzo, los cuales, con sus maletas esperaron durante horas una micro que los pudiera acercar a sus destinos y que en algunos casos nunca pasó.
Hoy, muchos hacen cuentas de cuánto tendrán que caminar de más o si tienen dinero para pagar un Uber, Didi o un taxi, para poder movilizarse porque perdieron -con justa razón- toda fe en el transporte público.
El cual, si bien algunos recorridos funcionan seriamente como la A y la C, lo cierto es que ésta debería ser la tónica y no la excepción a todos los recorridos existentes en la ciudad de Talca. Recorridos que muchos de ellos son los mismos desde hace -por lo menos- 25 años, en una ciudad que ciertamente ha crecido y mucho.
Ya cuesta diferenciar, por ejemplo, dónde termina Talca y dóndeempieza Maule, antes había un camino hasta llegar allá o acá, hoy nos hemos urbanizado tanto que dichas diferencias no se notan.
Es una urgencia que el transporte público se recupere, se modernice y esté a la altura de una capital regional, la cual, al menos debería recuperar la frecuencia que solía tener hasta antes del 2020. La existencia de un transporte público es el medio directo para incentivar y facilitarle a las personas el dirigirse hacia su actividad de productividad como lo son los estudios, trabajo y el desarrollo del comercio.
Para levantar Talca, el transporte público es, en gran medida, el principal impulsor, con esto se descongestionaría la ciudad, la gente recuperaría la confianza en el transporte público y lo usaría, el comercio podría impulsarse más en el centro de Talca los fines de semana y, al haber más flujo de gente en menos vehículos, todo iría mejor, es más, si los recorridos abarcan más territorio en esta ciudad, se auto sustentaría más aún el transporte público.
No es secreto para nadie que el transporte público requiere no sólo de ser utilizado, sino también de ser financiado, pero si todos ponemos de nuestra parte, tanto las autoridades de fiscalizar y llegar a acuerdos con las empresas que tienen las líneas para
cumplir el recorrido, como también de incentivar a las personas a recuperar la confianza y hacerles el llamado a utilizar el transporte público, como también de nosotros, los usuarios, en confiar y utilizarlo, le daríamos un justo remedio a esta difícil situación.
Cuánta gente podría sumarse para ir a ver jugar a Rangers de Talca en el fiscal, yendo en la línea 1 o la 2, que nos deja en la Alameda, a pocas cuadras del estadio.
Con pesar, lamento profundamente esta situación, los vecinos de este sector -y muy probablemente de otros sectores de Talca-nos sentimos abandonados y requerimos de vuestra ayuda para solucionar este problema.
Antes de la pandemia, el sector de El Tabaco tenía la micro 1, además de la línea C y 3B, junto con el colectivo 7. Actualmente, solo está la 1. Pensamos que quizá la línea C volviera a pasar cerca de la línea del tren, algo que supone un cambio que abarcaría y nos acercaría a nuestros hogares, pero que no es solución para quienes viven pasando el puente del paso Moya hacia el sur.
Martín Valdés A.
Estudiante
cuanta verdad Martín