Entre los trastornos del sueño más comunes se encuentran las apneas del sueño, que corresponden a ahogos o pausas respiratorias con una duración mínima de 10 segundos, donde el flujo de aire se ve interrumpido, provocando una disminución del oxígeno en la sangre o interrupción del sueño normal.
Francisca Convalia, neuróloga de Clínica Somno explica que “los pacientes que sufren de esta alteración tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares como hipertensión, diabetes, accidentes cerebrovasculares, infartos, arritmias, cardiopatías, entre otras, en comparación a personas sanas. Específicamente, el riesgo de padecer estos eventos fatales aumenta 2,7 veces; y en 3,1 la probabilidad de episodios sin riesgo de muerte”.
La especialista indica -a propósito de la conmemoración del Mes del Corazón- la importancia de educar y concientizar los peligros de este trastorno, que se relaciona directamente con el sistema cardiovascular. Además, explica siete síntomas que pueden desencadenar la patología:
1) El más común es la presencia de ronquidos, hay que recordar que roncar no es normal, considerando que al tomar aire vibra el paladar y se estrecha la vía aérea.
2) Sufrir de somnolencia, ya que se experimenta un sueño fragmentado, lo que no permite alcanzar niveles profundos de sueño y cuya consecuencia es que se amanezca cansado, irritable y con malestar durante el día.
3) Amanecer con dolor de cabeza debido a la disminución en la cantidad de oxígeno suministrado por la sangre a los órganos, conocido clínicamente como hipoxia.
4) Pérdida de memoria, ya que dormir mal impide desarrollar de buena manera la fase de sueño profundo que es donde se consolidan la memoria y los aprendizajes.
5) Disminución del apetito sexual porque se produce una baja en la hormona masculina llamada testosterona.
6) Alteración del ánimo e irritabilidad, principalmente debido a que el sueño fragmentado puede afectar la producción y la actividad de la serotonina y la dopamina, parte de las conocidas hormonas de la felicidad.
7) Hipertensión de difícil manejo en pacientes jóvenes que roncan, principalmente por la falta de sospecha clínica y la demora en el diagnóstico.
Desde Clínica Somno recalcan que es necesario visitar a un especialista para diagnosticar cualquier trastorno del sueño y seguir un tratamiento específico, hecho a la medida para cada paciente.
Las enfermedades cardiovasculares corresponden a la primera causa de mortalidad en Chile y el mundo. En nuestro país alcanza casi un tercio de todas las muertes en el país con cerca de 30 mil defunciones anuales a causa de éstas.