¿Cómo el apego con mamá y papá afecta el bienestar de niños y niñas? es el nombre de la investigación que realiza la Universidad de Magallanes (UMAG), liderada por el académico Rodrigo Cárcamo, con la colaboración de la U. de Talca y U. del Desarrollo.
Para el estudio, los investigadores están convocando a familias de Punta Arenas, Talca, Curicó y Santiago con hijos de 10 a 14 meses o futuros padres y madres. La participación consiste en responder algunos cuestionarios sobre datos demográficos y comportamiento del hijo o hija; y visitar el laboratorio de la Universidad para evaluar el apego con la madre y con el padre, su interacción durante el juego y la conducta prosocial del niño o niña. Para ello se entregará un aporte a los participantes con el objeto de financiar los traslados. Los interesados pueden contactarse al whatsapp +56954568608 y pueden encontrar información en @apegoconpadreymadre o escribir al correo [email protected].
El objetivo de esta investigación es determinar cómo la configuración de apego con padre y madre se relaciona con el bienestar psicológico y fisiológico, para luego observar comportamientos prosociales como la ayuda y cooperación del niño o niña.
Cárcamo explicó que “este es un estudio multicéntrico, la cantidad de familias que tenemos que evaluar son alrededor de 500 y evaluamos el vínculo de apego que tiene con la mamá y con el papá y cómo eso incide en la capacidad del niño o niña de regular el estrés, en la psicopatología infantil y la conducta prosocial, que corresponde a aquellas conductas de colaboración, de ayuda, de cooperación con otros”.
Y añadió que “el trabajo se hace a través de experimentos de laboratorio, en salas especiales donde se graban situaciones específicas que están estandarizadas, y que luego se codifican y se analizan”.
Por su parte, la psicóloga Rosario Spencer de la UTalca comentó que “si nosotros podemos comprender bien cómo funciona la relación de apego del niño con sus cuidadores, vamos a poder tener más herramientas para poder promover una relación de apego seguro, que es aquella que efectivamente ayuda al niño a encontrar la calma en los momentos de malestar”.
Spencer sostuvo que “algunos estudios longitudinales muestran que, por ejemplo, el tener una relación de apego seguro en la infancia con alguno de los cuidadores principales, mamá o papá, sería un factor protector para la salud mental de las personas. Esto no quiere decir que va a estar exento de problemas de salud mental, igual podría tener, pero es como se adquiere una protección, una especie de escudo que permite enfrentar mejor las dificultades para tener menos consecuencias en nuestro bienestar y salud mental”.
Jaime Silva, académico e investigador de la U. del Desarrollo planteó que esta investigación “nos va a dar mucha información de las diferencias que se producen en el apego y la parentalidad cuando esta parentalidad es proveída por un padre o una madre o ambos, o en cómo el tipo de interacción entre padre-madre fomenta o no fomenta el bienestar y el desarrollo de la afectividad en la infancia”. Y subrayó que “son los vínculos y la parentalidad temprana desde donde se asienta el bienestar humano en general, y esto es esencial entonces no solamente para las personas, sino que también para nuestra sociedad”.