La quinta edición del informe Corrientes Subterráneas, elaborado por el Laboratorio de Conversación Pública del Centro Democracia y Opinión Pública (C_DOP) de la Universidad Central, detectó nuevos debates en los roles de género en la sociedad chilena y su despolitización en contrapunto a la tendencia vigente en torno al feminismo.
La investigación, bajo el título “Feminismo, princesos y mujeres de alto valor: una definición de roles en disputa”, se adentra en el surgimiento de un cambio social y nuevas tendencias más emocionales e íntimas, donde se renegocian deseos, contradicciones y sentidos de identidad en la sociedad chilena.
“Nosotros solamente pesquisamos las conversaciones que no están en la agenda, que están —como dice el nombre— en corrientes subterráneas. Y encontramos muchos grupos, numerosos diálogos y disputas sobre temas como el feminismo y el antifeminismo. Aparecen conceptos como princesos, mujeres de alto valor, masculinidades frágiles, energías masculinas y femeninas… y todo eso lo están discutiendo personas comunes, no necesariamente militantes de algún partido”, explicó Axel Callís, director del área de Opinión Pública del C_DOP. “Nuestro rol no es entregar conclusiones, sino visibilizar estas nuevas formas de hablar sobre género que están fluyendo hoy en la sociedad”, agregó el sociólogo.
El informe evidencia que, en plataformas de redes sociales como Facebook, TikTok e Instagram, el feminismo es discutido desde perspectivas normativas, críticas y personales. Se habla de un “feminismo verdadero” del pasado centrado en la igualdad y otro, más reciente, percibido como politizado o excluyente. A la par, surgen críticas a los modelos tradicionales de masculinidad, y emergen nuevos relatos que reivindican el autocuidado, el desarrollo personal y movimientos como el de las tradwives, que revalorizan el rol doméstico de la mujer desde una óptica contemporánea.
Desde otra mirada, María José Cumplido, directora ejecutiva de Fundación Iguales, destacó la importancia de este análisis. “Por primera vez en la historia tenemos registro de lo que discuten las personas comunes luego de un fenómeno feminista como el de 2018. Este estudio trae a colación el ajuste —o desajuste— de una sociedad que recibió una orden cultural fuerte: la de cambiar. Pero ese cambio fue tan amplio que muchas personas quedaron preguntándose: ¿deconstruirme hacia dónde?”, afirmó la también historiadora.
En contraste, el análisis cuantitativo muestra cómo los medios más tradicionales han encuadrado estos temas desde el feminismo, como un fenómeno político vinculado explícitamente a la izquierda, con énfasis en figuras como Gabriel Boric, Camila Vallejo o Irina Karamanos. Mientras que entre 2018 y 2022 el foco estuvo puesto en movilizaciones y procesos constitucionales, en los últimos años ha predominado el enfoque cultural, de busqueda y biográfico.
Para Constanza Schönhaut, directora ejecutiva de Corporación Humanas, este proceso no es un desajuste, sino un ajuste complejo. “Hay una negociación sobre el significado de la reciprocidad. El feminismo cuestionó normas, pero al hacerlo generó una nueva tensión: o nos liberamos de esas normas o las reemplazamos por otras. Y eso puede haber llevado a que muchas mujeres sientan que ahora deben ser empoderadas, independientes, jefas. Pero también hay quienes quieren volver a roles tradicionales y eso es válido. El problema es cuando se fuerza una opción como si fuera la única posible”, aseguró.
El informe generó un diálogo profundo sobre el estado actual de las disputas de género. Corrientes Subterráneas 5 muestra que el género ya no es solo una categoría social o política: es un campo en disputa donde conviven —y se enfrentan— instituciones, redes, memorias, contradicciones y nuevas formas de narrar quiénes somos y quiénes queremos ser.
El estudio combinó etnografía digital con el análisis de más de 2.700 noticias publicadas entre 2018 y 2024 en cinco medios nacionales, destacando que, mientras la prensa aborda estas temáticas desde un enfoque institucional y político-partidario, las redes sociales revelan una transformación más íntima y emocional, donde se renegocian deseos, contradicciones y sentidos de identidad.