Preocupación causa en el mundo la crisis de los polinizadores, que han sufrido una reducción importante en su población. Un estudio realizado por la Universidad de Talca daría luces sobre este fenómeno y cómo podemos ayudar a revertirlo.
El investigador responsable y académico del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Talca, Marco Molina, explicó que, “el estudio consistía en evaluar cómo los campos electromagnéticos emitidos por distintos dispositivos, por ejemplo, líneas de alta tensión de las torres de electricidad, así como antenas celulares, generan un factor de estrés en los polinizadores, en este caso en las abejas”.
La investigación logró determinar que cuando estos insectos se encuentran en las cercanías de este tipo de radiaciones, generan un incremento de sustancias negativas. “Producen un aumento en las enzimas relacionadas al estrés como la ornitina descarboxilasa. También hemos encontrado otros indicios que tienen que ver con el aumento de “heat shot proteins”, que son indicadores de estrés”, explicó el académico.
Esto produce consecuencias perjudiciales para el proceso de polinización y, por lo tanto, la producción de alimentos. Según el investigador, “cada vez que una abeja se acerca a un tendido eléctrico o una antena de celular se estresa y, por lo tanto, aumenta su temperatura interna y disminuye el servicio de polinización”.
Dicho efecto se vería acrecentado cuando los campos electromagnéticos se encuentran cercanos a sectores de siembra. “Nos dimos cuenta que, todos esos cultivos que están aledaños a las líneas de conducción de electricidad quedan sin ser polinizados, lo que repercute en una disminución en la producción de los alimentos, por lo tanto, se pone en riesgo lo que es la seguridad alimentaria”, precisó Molina.
Cuidado de las abejas
La protección de estos insectos polinizadores es vital para el resguardo de la vida en la Tierra. Chile ya está avanzando hacia normativas que aseguren la sobrevivencia de las abejas.
“Hace un par de semanas atrás nos invitaron al Senado, específicamente a la Comisión de Medio Ambiente, porque estos antecedentes los van a utilizar para formular algunas leyes o restricciones”, detalló Molina. El científico agregó que, además, en “la Convención Constitucional actualmente se está considerando estos resultados para poder emitir algunas normativas que tienen que ver con los tendidos eléctricos en zonas agrícolas”.
Entre las opciones que se plantean para prevenir el daño a las abejas, se encuentra el establecer vías subterráneas para el cableado eléctrico o aumentar las distancias entre ellos. “El campo electromagnético de todos estos dispositivos tiene una tasa de extinción de 20 metros, por lo tanto, si uno puede distanciar las torres o las antenas posicionarlas en un lugar 20 metros más alto de lo que están, el campo electromagnético disminuye de tal forma que podría ser casi inocuo para las abejas” aseguró el doctor en Ciencias Biológicas.