La tecnología es una aliada para la mitigación de los efectos del cambio climático, pero para lograr soluciones viables para las comunidades aún hay mucho por avanzar en investigación. Como una forma de aportar en este desafío surge el proyecto “Mitigación del cambio climático con electrónica de potencia y tecnologías inteligentes” (MICCONS), iniciativa financiada por el programa regional Clima -Am Sud y la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
El proyecto reúne a investigadores de Argentina, Chile, Colombia, Francia y Paraguay. En Chile participan académicos de cinco universidades, tres de ellos de la Universidad de Talca: de la Facultad de Economía y Negocios, la profesora Leidy García, y de la Facultad de Ingeniería, los académicos Javier Muñoz y Marco Rivera, este último director internacional e investigador principal del proyecto.
“Una parte del equipo se encarga de desarrollar y simular soluciones en base al estudio del estado del arte, otra parte de ver cómo funcionan y probarlas de manera experimental y otros evaluamos la viabilidad económica de implementar esas propuestas en la práctica”, explicó la profesora García, quien coordina la iniciativa desde nuestro país.
Desafíos y oportunidades de las energías renovables
La académica precisó que, de acuerdo al último mapa de vulnerabilidad energética, en Chile se observa que hay más de 30.000 hogares sin acceso a electricidad, lo que afecta directamente a la calidad de vida.
“Ante este escenario, la implementación de energías renovables en lugares aislados o con escaso acceso a la energía eléctrica, así como también la eficiencia energética, y el uso de tecnologías inteligentes, podría contribuir a una mitigación del cambio climático”, explicó.
Por ello el proyecto aborda varios desafíos actuales en estas materias. Entre estos está el almacenamiento de la energía solar, para poder usarla no solo en verano sino también en épocas frías, así como de noche. Otro reto es el alto costo de inversión requerido para la implementación de estas tecnologías limpias, que en algunos casos lo hace inviable financieramente.
“Al innovar en nuevos materiales que puedan eventualmente ser más económicos, posibilita que los tiempos de recuperación de la inversión se acorten, y así exista una mayor adopción de ese tipo de tecnologías”, aseguró la académica de la FEN UTalca.
El foco, por ello, es avanzar en desarrollar nuevos elementos e implementar tecnologías inteligentes para lograr soluciones al alcance de las personas.