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En el caso de los artistas visuales, lo que más nos afecta es la economía y la falta de políticas de apoyo a nuestra gestión.
Tanto es así que los efectos de la IA vendría siendo solo un problema más. Sin embargo, personalmente pienso que los efectos que tendrá la Inteligencia Artificial en nuestro medio no podrá reemplazarnos, y en forma optimista, creo que hasta podría fortalecerse nuestra autoría.
En un principio, dijeron que la IA se abocaría solo a las tareas rutinarias, y las realizaría en forma más eficiente y económica, liberando a las personas de trabajos repetitivos. No se necesita ser perspicaz para darse cuenta que eso solo significa cesantía. Bueno nuestro trabajo no es para nada rutinario, ni repetitivo, muy por el contrario.
En el caso de los Artistas Visuales, la IA no cuenta con los sentimientos, ni la creatividad del ser humano, la cual es propia de nuestra especie, y es algo muy difícil de interpretar por una máquina que no atesora las vivencias de un cerebro humano.
En el arte indudablemente que la Inteligencia Artificial dará que hablar. Sin embargo, por muy impresionante que sean las obras que realice, sólo serán como una joya de fantasía, porque la joya verdadera siempre será una obra original con un autor y una firma.
Las obras de arte tienen defectos que son propios del autor, y eso es difícil que lo intente realizar una máquina, que solo podrá realizar obras perfectas, y lo perfecto no es arte.
Pienso que el avance de la Inteligencia Artificial y su presencia en el arte, hará que las obras de arte genuinas, se valoren como tales. Mientras las artificiales serán como cuando inventaron un camarón artificial, que tiene el mismo sabor, el mismo olor a mar, pero es un sucedáneo, algo que terminará siendo rechazado por los buenos paladares.
Una buena obra de arte original, con trazos, aciertos y errores, como la vida misma, con huellas de pincel, que son como la caligrafía del autor, y algún pelo de pincel pegado sobre la tela y hasta alguna huella digital del autor que empleó sus dedos como herramienta en algún detalle, siempre será valorada como una pieza única, como una joya auténtica y pienso que, por lo mismo, los artistas visuales podrán sobrevivir a la temida irrupción de la IA mejor que otras actividades o profesiones.
Cuando un autor se aleja de la perfección en una obra de arte, es porque hace una interpretación sintetizada por el hemisferio derecho de su cerebro, que comienza cuando la retina del ojo le manda la información al cerebro y este actúa como una cámara fotográfica para procesar la imagen y la transforma en algo comprensible para el artista.
Por otra parte, las máquinas están creadas para ser perfectas, y eso está muy alejado de la realidad humana, donde la interpretación de la imagen, con factores de experiencias pasadas del artista, o archivos visuales atesorados en su mente, diferentes entre un artista y otro, como también el desarrollo que cada artista alcanza, del hemisferio derecho, y toda esa información, es muy complejo para que lo procese una máquina.
Sin remontarnos tanto en el tiempo, y mencionar obras como el David de Miguel Angel, que es un claro ejemplo de lo mencionado. Podemos mencionar a Manet, y el Bar del Folies Bergere, que es una de las obras más conocidas del autor, donde existe una controversia entre la mujer que está representada al centro de la obra, y su reflejo en el espejo, donde parece no haber una relación entre el personaje central y su reflejo en el espejo. Son cosas que los artistas visuales pueden crear, y las máquinas nunca lo podrán hacer.
La obra auténtica, original y firmada será la que prevalezca en el tiempo, igual que un diamante sintético, que nunca será una piedra genuina, la IA nunca reemplazará al artista visual.
Virginia Álvarez Ebner