Actualmente en nuestro país, más de 2 millones de personas se desempeñan en la economía informal. En paralelo, hay un segmento de trabajadores que ejerce una actividad laboral vía microemprendimientos y que no accede a las prestaciones en materia de seguridad social.
Según datos del INE (2020), 8 de cada 10 micro emprendedores no cotiza en alguna AFP (79,3%), mientras que un 57,2% no cotiza en el sistema de salud, lo que implica que una cantidad sustantiva de micro emprendedores está sin cobertura en el sistema de protección social.
Acorde a cifras del Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, un 91% de los participantes de sus programas no está formalizado, pese a que un 58% de ellos admite tener intenciones de formalizarse en los próximos 12 meses. Consultados por las razones para no formalizarse, un 42% plantea que el proceso es lento, costoso o no comprensible, mientras que un 38% argumenta como razones para no formalizarse, el tamaño de su negocio.
DERRIBANDO MITOS
Pues bien, al dar un salto a la formalización las personas pueden ser reconocidas por el Estado y tener acceso a nuevos beneficios y apoyos estatales. La formalización es crecimiento personal y productivo, pues permite acceso a productos financieros y espacios de comercialización más diversos que aquellos emprendimientos que se mantienen en la informalidad.
Asimismo, que los emprendimientos estén formalizados permite a los clientes comprar con la tranquilidad que brinda cumplir con las obligaciones tributarias, evitando riesgos legales y financieros. Además, la formalización no implica, en sí misma, pérdida de beneficios sociales.
El Director Regional del FOSIS, Patricio Uribe Ibáñez, explica que los emprendedores y emprendedoras “tienen muchas dudas e incertidumbres, pero la verdad es que nosotros decimos que formalizar un emprendimiento abre puertas a nuevos y mejores mercados, facilita el acceso a créditos y posibilidad de nuevos subsidios. También da mayor credibilidad a los emprendedores de parte de los clientes, brinda la posibilidad de ser proveedor de otros negocios, y evita riesgos de multas ante el Servicio de Impuestos Internos, para que así no pierdan los beneficios sociales. Estas razones estamos potenciando hoy en día e invitamos a nuestros emprendedores a que pierdan el temor, se hagan asesorar y se puedan formalizar. Los trámites de formalización se realizan ante el Servicio de Impuestos Internos, donde los orientarán adecuadamente para llevar a cabo este importante proceso”.