La detección de los primeros casos de Influenza Aviar (H5N1) en aves silvestres del norte del país preocupa a los especialistas de salud, ya que se prevé que el virus se pueda expandir a diversos tipos de aves.
En este contexto, la directora del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Talca, Érika Retamal Contreras, indicó que, la probabilidad de contagio hacia humanos es difícil, pero, de todas maneras, se deben tomar medidas de cuidado, ya que existen casos reportados en el mundo que afectaron a personas.
“Casi todos los casos en humanos están asociado al contacto cercano con aves infectadas, ya sean vivas o muertas o con ambientes muy contaminados con esta gripe”, manifestó.
De acuerdo con la académica, existen algunas medidas de prevención que se pueden tomar para evitar la transmisión de este virus. “Al ver aves enfermas o muertas sin motivo aparente no acercarse e inmediatamente avise a las autoridades del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG)”, precisó.
La especialista indicó que, en relación con alimentos que provengan desde aves, “no hay evidencia de que esta enfermedad se pueda transmitir por ellos, si estos están debidamente cocidos”.
Según Retamal Contreras, esta enfermedad, producida por el virus H5N1, es un tipo de influenza que causa una enfermedad respiratoria grave en aves, de ahí su nombre.
Enfermedades emergentes
La epidemióloga explicó que en el último tiempo se ha visto la aparición de infecciones en el mundo que se creía que estaban controladas, como es el caso de la Influenza Aviar. “Son las llamadas enfermedades emergentes o reemergentes, que son todas aquellas infecciones que han aparecido en las últimas décadas en la población, han aumentado en su número o expandido a otras áreas geográficas”, expresó.
De acuerdo con la especialista en salud pública, esto dice relación con diversos factores, entre los que se encuentran, “cambios sociales y económicos, mayor movilidad de las personas, aumento de contacto con los animales mediante la producción de alimentos o nuevas formas de producirlos”.
“Además, tiene que ver con los cambios ambientales y la nueva adaptación de los microorganismos con los que nos relacionamos, que van sufriendo variabilidad biológica”, sostuvo la docente de la UTalca.