Una inédita situación enfrenta hace ya dos meses la industria del acero al verse imposibilitada de poder desembarcar alrededor de 100 mil toneladas de materias primas en el puerto de Lirquén debido a que está ocupado por torres tubulares destinadas a la construcción de dos campos eólicos en la ciudad de Los Ángeles. Estos se encuentran con problemas logísticos generados por la falta de permisos que otorga vialidad para mover la carga fuera del mencionado terminal portuario.
Según informó Dante Arrigoni, presidente de ASIMET, gremio que ha visto afectadas a más de 30 empresas socias por este problema, la situación se generó debido a que el terminal de Lirquén se encuentra actualmente sin espacio en sus lugares de acopio, por la presencia de otros tubos eólicos importados con anterioridad por los mismos proyectos y que no han podido ser trasladados a su lugar de destino, pues para ello se necesitan permisos especiales.
“Se trata de torres que pueden llegar a medir más de 5 metros de diámetro por 35 metros de largo, por lo que deben ser transportados por camiones y rutas especiales, para lo cual se requiere de permisos de vialidad, los que no se han concretado”, explicó.
Arrigoni agregó que hasta el momento son al menos 2 los barcos que se encuentran a la gira en el Puerto de Lirquén, en espera de poder desembarcar los tubos eólicos para así poder seguir su navegación hasta los terminales de Valparaíso y San Antonio, destino final de gran parte del acero importado por las empresas nacionales.
El presidente de ASIMET aseguró que este retraso en la entrega de materias primas ya está generando un impacto en la industria: “Varios socios de ASIMET contaban con una recepción oportuna de sus cargas, y el retraso les está provocando perjuicios graves, como costos extras y desabastecimiento en momentos en que hay déficit de acero en los mercados internacionales y una alta demanda por este producto en Chile. A eso hay que agregar que en algunos casos es imposible reemplazar la mercadería por producto nacional, como por ejemplo los aceros planos, que ya no se fabrican en el país hace varios años, una industria la que se dejó morir sin que a ninguna autoridad le importara”, sostiene Arrigoni.
El dirigente gremial explicó que mientras este problema persista, otros barcos que traigan carga para este proyecto eólico tendrán los mismos retrasos, “con lo que estos perjuicios se extenderán en el tiempo”, explica el dirigente gremial, agregando que al problema de abastecimiento se suma el de las diferencias significativas del precio del acero ocurridas en los últimos meses.
Finalmente, el presidente de ASIMET enfatizó que en Chile existe la capacidad para fabricar este tipo de tubos eólicos, con lo que se podría haber evitado todos los problemas descritos anteriormente. “Además del problema logístico que significa trasladar este tipo de estructuras, no tenemos certeza que estos productos importados cumplan con las normas del acero que se actualizaron el año pasado, particularmente con la Nch203 que es obligatoria y parte de la Ley chilena”.