El Índice de Percepción del Consumidor (IPeCo) del Maule evolucionó en la primera parte de este 2022 desde “levemente optimista” en enero hasta “moderadamente pesimista” en junio, respondiendo así a los escenarios que se han ido presentando en el país en función del desempeño económico mostrado en un primer semestre marcado fuertemente por la inflación.
Así lo señaló la Vicedecana de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma de Chile, Jennifer Rivera, institución que elabora mensualmente el informe sobre este indicador que recoge la interpretación y percepción de los ciudadanos respecto de la situación económica nacional y regional representando una muestra de 400 familias maulinas, quien agregó que “el impacto que ha ido teniendo en el desempeño de la economía el factor inflación y cómo éste ha ido afectando el bienestar de las familias, se puede observar claramente en el indicador, pues en enero teníamos una métrica que nos hablaba de una percepción “levemente optimista” y que fue mutando a lo largo de estos meses para llegar a julio ubicándose en “moderadamente pesimista”.
Agregó que esto “significa que pasamos de una sensación donde las expectativas eran de niveles de confianza importantes respecto de lo que podía ser la condición de los consumidores en el corto y mediano plazo a una condición más bien pesimista donde claramente se han ido ajustando los escenarios en función de este desempeño económico nacional que ha ido de a poco configurando una situación menos favorable para las familias desde el punto de vista del bienestar producto de la pérdida del poder adquisitivo, a lo que se suma los factores externos como, por ejemplo, la evolución que ha tenido el tipo de cambio”.
Cae índice de expectativas en junio
La confianza del consumidor del Maule, medida por el IPeCo, registró en junio su menor nivel, ubicándose en “moderadamente pesimista”, mientras que la tendencia de mediano plazo, medida a través del promedio móvil trimestral, mantuvo el registro del mes previo en “levemente pesimista”.
Respecto de la confianza en la actualidad, es decir, el índice coyuntural, retrocedió un nivel desde “levemente optimista” hasta “neutral”, y la confianza en el futuro, el índice de expectativas, disminuyó también un nivel desde “muy pesimista” hasta “extremadamente pesimista”. “Esto significa que los consumidores de la región están mirando con cierta distancia que los escenarios futuros van a ser tan favorables producto justamente de un escenario que está golpeando el bolsillo de las familias casi a diario, en donde estamos siendo testigos de cómo hay muchos productos que se consumen que se han ido ajustando al alza en materia de precios, incluso algunos de ellos en estos seis meses acumulan alzas que están por sobre el 20%”, comentó Rivera.
Por estratos socioeconómicos, el informe indicó que cuatro de ellos retrocedieron el nivel de confianza y uno la mantuvo. Es así como en ABC1, C2, C3 y E, la confianza disminuyó desde “levemente pesimista” hasta “moderadamente pesimista”, mientras que el estrato D mantuvo el registro de mayo en “moderadamente pesimista” (-10 puntos).
En las percepciones que componen la confianza en la actualidad, la Situación económica actual retrocedió dos niveles desde “levemente optimista” hasta “levemente pesimista”, en tanto el Desempleo actual avanzó un nivel desde “levemente optimista” hasta “moderadamente optimista”.
Asimismo, entre las que componen la confianza en el futuro, la Situación económica futura mantuvo el nivel del mes previo en “extremadamente pesimista”, Desempleo futuro retrocedió desde “moderadamente pesimista” hasta “extremadamente pesimista” e Ingreso futuro disminuyó desde “moderadamente pesimista” hasta “muy pesimista”.