Pacientes del Hospital de Talca, encontraron un lamentable punto en común en sus casos: Luego de ser diagnosticadas de cáncer de mama, todas solicitaron a los médicos la extracción total de la mama afectada para así tener más certezas de no desarrollar una temida metástasis. Sin embargo, a ninguna de ellas fue escuchada y todas han debido repetir cirugías, incluso hay una paciente que ha sido operada en cuatro oportunidades de la misma mama.
Gloria Ganga, Mireya Henríquez, Iris Alarcón, María José Espinoza y María Eugenia Poblete, pertenecen a la Agrupación Abrazos de Vida de Talca, que reúne a los pacientes y sobrevivientes de Cáncer de la región. Juntas se dieron cuenta que fueron afectadas por operaciones no justificadas, dolorosos procesos post cirugía, largas esperas para tratamientos de quimioterapia y demoras para exámenes específicos.
Junto a esto, las pacientes aseguran haber recibido comentarios que consideraron denigrantes, en medio de su tratamiento.
Gloria Ganga fue diagnosticada en junio de 2020. Ha sido operada en cuatro ocasiones, lo que no ha impedido el retiro total del tumor. Una situación que advirtió al médico previo a la cirugía, pidiéndole la mastectomía completa para evitar las consecuencias que ahora sufre.
“Mi proceso lo he vivido con mucho dolor, ya que he pasado por tantas operaciones. Y con miedo a morirme. Todo se ha demorado mucho más de lo normal, ya que por los mismos bordes que van quedando, he tenido que esperar más de un mes para el resultado de la biopsia”, asegura Ganga.
Lo que podría ser un hecho aislado, se convierte en una tendencia al sumarse el caso de Mireya Henríquez, diagnosticada y operada de cáncer en el año 2019. Mireya también pidió la remoción completa de su mama, solicitud que no fue atendida.
María José Espinoza, confirma que su médico de cabecera le recomendó la extirpación total de la mama. En lugar de eso, el equipo de cirujanos del Hospital de Talca la sometió a una segunda cirugía para remover ganglios comprometidos.
Iris Alarcón, diagnosticada y operada en 2020, tuvo que esperar meses para comenzar sus tratamientos de quimio y radioterapias.
Muchas de estas mujeres han presentado reclamos ante la OIRS (Oficina de Información, Reclamos y Sugerencias) del Hospital de Talca, sin que hasta ahora reciban una respuesta clara y satisfactoria.
Hoy, la mayoría continúan en tratamiento para el cáncer y terapia sicológica debido al afectación emocional que ha tenido durante el proceso.
Gloria Ganga espera comenzar su segundo proceso de quimioterapia. Iris Alarcón se encuentra en radioterapia. María José Espinoza está en tratamiento con Herceptin y Kadcyla. Mireya Henríquez tiene controles periódicos para monitorear su situación, aunque se está atendiendo por el sistema de salud privado. Y María Eugenia Espinoza, dada de alta, se encuentra en terapia psicológica debido a una depresión severa.
Todas han consultado a especialistas en oncología mamaria para saber si la praxis del equipo de cirujanos del Hospital de Talca fue la adecuada. De manera privada, las opiniones de los médicos consultados, sugieren que no se habrían acatado los protocolos oncológicos ni la solicitud de las pacientes de aceptar una mastectomía completa, en pro de extirpar el cáncer.
Al respecto, Alicia Aravena, directora del Observatorio del Cáncer instó a la Dirección del Hospital de Talca que investigue esta denuncia ya que no es aceptable que, en plena pandemia, las pacientes con cáncer del sistema público sientan que han sido víctimas de reiteradas cirugías sin explicación.
Agregó que “Chile debe terminar con el actual sistema de salud de castas, donde un diagnóstico oportuno y el mejor tratamiento, depende de la posición socio económica que ocupes. Y lamentablemente la centralización juega también en contra, ya que cuanto más te alejas de Santiago y de las grandes capitales, tus opciones de mejor salud se disipan”.