El cáncer gástrico es una de las principales causas de muerte en Chile y otros países del Pacífico latinoamericano. Factores como la presencia de la bacteria Helicobacter pylori, el consumo de tabaco y alcohol, además de condiciones sanitarias, han convertido a esta enfermedad en una preocupación de salud pública.
Frente a este escenario, el Hospital Santa Rosa de Molina, , está liderando un piloto innovador de prevención primaria y secundaria, desarrollado por el Centro de Cáncer (CECAN) junto al Ministerio de Salud y la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Diagnóstico temprano y menos listas de espera
La iniciativa, implementada en el Hospital de Molina, ha introducido un test de aire espirado no invasivo que permite identificar la presencia de Helicobacter pylori sin necesidad de endoscopías, evitando el colapso de este examen. Los pacientes diagnosticados reciben tratamientos antibióticos cubiertos por el GES, reforzados con nuevas terapias que superan el 90% de efectividad.
En paralelo, se realizan exámenes de sangre que permiten reordenar la lista de espera para endoscopías de forma más racional. Gracias a estas medidas, la comuna ya ha reducido en un 83% su lista de espera y se espera alcanzar al 20% de la población testeada a fines de este año.
“Estamos logrando que la ciencia aplicada llegue directamente a la comunidad, con resultados concretos en la reducción de listas de espera y tratamientos más efectivos”, destacó el Dr. Arnoldo Riquelme, investigador de la Pontificia Universidad Católica.
Tecnología avanzada en un hospital local
El proyecto se ejecuta en un hospital de baja complejidad, pero gracias a donaciones de instituciones como la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, hoy cuenta con equipos de endoscopía de última generación con inteligencia artificial para la detección precoz de cáncer gástrico. Esto ha permitido además capacitar al personal de salud local, convirtiendo a Molina en un modelo replicable para otros hospitales del país.
“El proyecto no solo nos permitió terminar con la lista de espera, sino también preparar a nuestros funcionarios en tecnologías de punta. Molina está demostrando que es posible llevar innovación al sistema público”, subrayó el Dr. Nilton Palacios, Director del Hospital de Molina.
Proyección regional e internacional
La experiencia ha despertado el interés de la Organización Mundial de la Salud, que evalúa incorporarla como estrategia global. Además, ya se proyecta hacia otros países de América Latina mediante el Proyecto HOPE, que busca implementar esta iniciativa en México, Perú, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Bolivia y Argentina.
Con más de 8.000 test comunitarios aplicados y la meta de superar los 10.000 a fines de 2025, Molina se ha transformado en un ejemplo de cómo la colaboración entre el Estado, la academia y la comunidad puede abrir un horizonte de esperanza frente a uno de los cánceres más letales del continente.