En el Hospital de Curicó, la alimentación de los pacientes hospitalizados es una prioridad que cuida con dedicación, gracias al trabajo de sus profesionales y técnicos, quienes elaboran cada preparación bajo estrictas normas de seguridad.
Por ello, solicita a todas las visitas no ingresar alimentos externos a los pacientes, ya que esto puede representar un grave e innecesario riesgo para su salud.
Luis Bravo, nutricionista de la Unidad Central de Alimentación, explica: “La alimentación que reciben nuestros pacientes es cuidadosamente preparada en nuestra Central de Alimentación, cumpliendo con todas las medidas higiénicas y normativas vigentes. Cada plato que entregamos está pensado para asegurar la calidad, seguridad y necesidades nutricionales de quienes están hospitalizados.”
Los alimentos externos, aunque bien intencionados, pueden alterar el tratamiento médico y nutricional de los pacientes. Además, pueden no cumplir con los estándares sanitarios requeridos en un entorno hospitalario.
Paula Coffré, nutricionista coordinadora de la Unidad de Nutrición Clínica, agrega: “La alimentación está muy bien planificada por nuestro equipo de nutricionistas, en conjunto con la indicación médica. Es fundamental seguir estas pautas para evitar complicaciones y favorecer una recuperación adecuada.”
Se entiende que muchas veces traer comida es una muestra de amor, pero esta acción puede generar problemas en el tratamiento y recuperación del paciente. Por eso, se les pide “confiar en el trabajo de nuestro equipo y en la alimentación que entregamos con tanto cuidado”.
“Contamos con su colaboración para proteger la salud de nuestros pacientes. Evitar el ingreso de alimentos es una muestra de cariño y responsabilidad que contribuye directamente a su bienestar”, concluye el centro hospitalario.