Un importante avance en la salud pública regional concretó el Hospital San Juan de Dios de Curicó, al realizar por primera vez una cirugía cerebral con paciente despierto, también conocida como cirugía vigil, técnica de alta complejidad utilizada en centros de alta especialización a nivel nacional e internacional. Marcando un hito histórico para el recinto y la provincia.
El procedimiento fue realizado a Rodrigo Lobos, de 35 años, quien ingresó al recinto asistencial luego de desmayarse mientras realizaba actividad física, episodio que motivó estudios neurológicos que permitieron diagnosticar un tumor cerebral intracraneal ubicado en una zona elocuente del cerebro, es decir, vinculada a funciones esenciales como el habla y la movilidad. “Estaba haciendo deporte y de un momento a otro me desmayé. Cuando desperté, ya estaba siendo atendido y luego supe que tenía un tumor cerebral. Fue impactante recibir ese diagnóstico”, relató Lobos
Uno de los momentos más complejos del proceso para él, fue enfrentar la posibilidad de quedar con secuelas neurológicas permanentes, especialmente considerando su vida familiar y laboral. “Mi mayor preocupación era quedar sin poder hablar o mover mi cuerpo. Pensar en eso fue muy difícil, porque uno piensa en su familia y en cómo va a seguir la vida después”.
El jefe de la Unidad de Neurocirugía del hospital, doctor Juan Ignacio López Urdaneta, explicó que el caso fue analizado exhaustivamente antes de definir la estrategia quirúrgica. “Tras los exámenes y la evaluación del equipo, decidimos realizar una cirugía con el paciente despierto para poder extraer el tumor minimizando el riesgo de secuelas neurológicas”. La planificación del procedimiento se extendió por cerca de dos meses e involucró a un equipo multidisciplinario, con participación de profesionales de neurocirugía, anestesiología, fisiatría, kinesiología, fonoaudiología y psiquiatría, quienes evaluaron la viabilidad clínica y psicológica del paciente.
Además, agregó que, la intervención, que tuvo una duración aproximada de seis horas, se realizó utilizando equipamiento de estándar internacional, como neuronavegación, neuromonitoreo intraoperatorio, exoscopio de alta definición y aspirador ultrasónico. El uso de estas tecnologías permitió una intervención precisa y segura. “Pudimos extraer aproximadamente el 70% de la lesión, priorizando siempre la preservación de funciones como el habla y la movilidad del paciente”.
Evolución favorable del paciente
Tras la cirugía, el paciente evolucionó favorablemente, permaneciendo consciente y estable en su postoperatorio, con proyección de alta médica en los días siguientes y continuidad de atención a través del equipo multidisciplinario de fisiatría y rehabilitación, compuesto por fisiatras, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales y fonoaudiólogos, con un proceso estimado de entre dos y tres meses. “El objetivo principal de este tipo de cirugías es que el paciente pueda retomar sus actividades de la vida diaria sin secuelas significativas, y eso se ha cumplido”, indicó el jefe de Neurocirugía
Por su parte, Rodrigo recordó su experiencia de estar despierto durante la cirugía y destacó la contención del equipo médico. “Sabía que estaba en pabellón y que me estaban operando, pero nunca me sentí solo. El equipo me hablaba, me guiaba y me daba mucha tranquilidad en un momento que no es fácil para nadie”.
Este procedimiento marca un antes y un después para el Hospital de Curicó y para la provincia, consolidando el desarrollo de la neurocirugía de alta complejidad en el sistema público. Para finalizar, el paciente valoró el compromiso humano y profesional del personal de salud. “Estoy profundamente agradecido. El equipo se la jugó por mí, esperaron el equipamiento necesario para que pudiera tener una buena calidad de vida; eso no se olvida”.







