La hipertensión arterial es una condición crónica en la que la presión sanguínea se mantiene elevada de forma persistente. Esta carga adicional sobre el sistema circulatorio obliga al corazón a trabajar con mayor esfuerzo, lo que puede generar un desgaste progresivo en las arterias y dañar órganos vitales como el cerebro, el corazón y los riñones. Al no presentar síntomas evidentes en sus etapas iniciales, es fundamental adoptar medidas preventivas que resguarden la salud cardiovascular.
“Modificar conductas para evitar o controlar la hipertensión arterial es crucial debido a los graves riesgos que esta condición representa para la salud. Adoptar hábitos saludables, es clave para prevenir o controlar la hipertensión. El tener hábitos más saludables, no solo reducen el riesgo de complicaciones médicas, sino que también mejoran significativamente la calidad de vida, permitiendo a las personas disfrutar de una vida más activa y plena. Además, el control efectivo de la hipertensión puede disminuir la necesidad de medicamentos y sus posibles efectos secundarios, promoviendo un bienestar general y una mayor longevidad con mejor salud”, comenta Viviana Alcaide de Mutual de Seguridad.
En este contexto, Mutual de Seguridad entrega recomendaciones para protegernos frente a esta enfermedad:
- Moderar el consumo de sal: Una dieta baja en sodio es esencial para mantener la presión arterial dentro de rangos saludables. Se recomienda no superar los 4 gramos diarios, evitando agregar sal a las comidas ya preparadas y prescindiendo del salero en la mesa.
- Incorporar actividad física a la rutina diaria: Realizar ejercicio regularmente puede reducir significativamente la presión arterial y favorecer el bienestar físico y mental.
- Evitar el consumo de tabaco: Fumar es un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares, incluyendo la hipertensión. Abandonar este hábito mejora de manera directa la salud del sistema circulatorio.
- Adoptar una alimentación equilibrada: Priorizar frutas, verduras, legumbres, carnes magras y pescado, y reducir el consumo de grasas saturadas, azúcares y productos procesados, ayuda a controlar la presión arterial.
- Gestionar el estrés activamente: Incorporar técnicas de relajación, meditación o respiración profunda, junto con asegurar un descanso adecuado, contribuye a mantener un buen equilibrio emocional y cardiovascular.
- Mantener un peso saludable: El sobrepeso y la obesidad están directamente relacionados con el aumento de la presión arterial. Incluso una baja moderada de peso puede generar mejoras significativas.
- Consultar a un especialista: Realizar controles médicos periódicos, especialmente a partir de los 40 años o si existen antecedentes familiares, permite una detección temprana y tratamiento oportuno.