CAUQUENES.- Con charlas de especialistas en praderas y en cambio climático y una visita a ensayos prácticos, se realizó con éxito el taller sobre estrategias de adaptación de sistemas ganaderos al cambio climático, organizado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) Raihuen y la Seremi de Agricultura del Maule.
Un grupo de 50 personas entre productores ganaderos y asesores técnicos de varias comunas de la región y de la vecina región de O’Higgins, participaron activamente en esta jornada de capacitación que tuvo por objetivo “contribuir a una agricultura más sustentable y que logre adaptarse a las nuevas condiciones de restricción hídrica que se imponen de manera sostenida producto del cambio climático y que afectan especialmente a la pequeña ganadería, especialmente en las zonas de secano”, según explicó el director regional de INIA Raihuen, Rodrigo Avilés.
El taller consideró una exposición sobre los avances en investigación sobre alfalfa de secano mediterráneo, dictada por el investigador de INIA La Cruz, Carlos Ovalle, y otra charla sobre los modelos para cuantificar la severidad de la sequía en el secano, a cargo del investigador de INIA Quilamapu, Raúl Orrego. La información entregada se complementó con la visita a los ensayos de alfalfa establecidos en el centro experimental INIA Cauquenes donde la investigadora de INIA Raihuen, Soledad Espinoza, dio cuenta del comportamiento que han registrado las distintas variedades en estudio.
Alfalfa “Made in Chile” para el secano
“Por su alto potencial de producción de biomasa, su gran valor nutritivo en particular su alto contenido de proteína, su alta capacidad de fijación de Nitrógeno al suelo, entre otros factores, la alfalfa es un cultivo de gran interés para los sistemas ganaderos ya que si prolongamos su curva de crecimiento en el año podremos contar con una mayor disponibilidad de forraje para los animales”, explicó el investigador Carlos Ovalle.
Agregó que están estudiando distintas variedades, han realizado una colecta de germoplasma en el país y en el extranjero, seleccionado líneas avanzadas promisorias y están analizando el comportamiento de estas frente al estrés hídrico y a otros factores, como las condiciones de los suelos. “Estamos evaluando morfológica y agronómicamente seis líneas genéticas avanzadas de alfalfa en seis ambientes de la zona central y centro sur de Chile para llegar a desarrollar un protocolo de producción y comercialización de cultivares de alfalfa tolerantes a sequía, y registrar y liberar comercialmente al menos una variedad de alfalfa tolerante a la sequía, producida en Chile y adaptada a nuestras características”, indicó.
Predictor de sequías
Con más de una década de sequía persistente con tendencia a agudizarse y a la vez una creciente demanda por alimentos de mejor calidad y producidos de forma sustentable, los agricultores necesitan de forma urgente aplicar estrategias de adaptación si quieren continuar siendo competitivos. En ese sentido, el investigador Raúl Orrego detalla algunas medidas que ya están a disposición de los productores, tales como “la construcción de embalses y la búsqueda de nuevas fuentes de agua, tecnificar el riego, optimizar el manejo y la carga animal en las praderas y desarrollar nuevas variedades forrajeras menos demandantes de agua y más resilientes al estrés hídrico”.
“Sin embargo, antes de decidirse por adoptar alguna de estas acciones es fundamental contar con datos para evaluar grados de severidad de la sequía y ajustar las ayudas, orientar las metas y básicamente hacer gestión de este riesgo”, agregó el investigador.
Orrego junto a un equipo de investigadores de INIA Quilamapu están desarrollando un modelo predictivo que permitirá evaluar la severidad de las sequías agrícolas con la ayuda de índices objetivos como el índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI) que estima la cantidad, calidad y desarrollo de la vegetación, y el índice de condición de la vegetación (VCI) que compara el comportamiento de esta respecto al rango de años anteriores para la misma ubicación. Esto permitirá cuantificar el impacto de la sequía en la productividad en los cultivos. “Cuantificar la gravedad de la sequía a partir del análisis de ciertos índices con un modelo predictivo, nos permitirá adelantarnos y tomar medidas de prevención y mitigación antes de llegar a un nivel de crisis, lo que es particularmente importante en sistemas de alta vulnerabilidad como las praderas y sistemas ganaderos del secano”, señaló Orrego.
Capacitación permanente
El Seremi de Agricultura, Luis Verdejo, comentó que este taller se enmarcó en el plan de trabajo anual que desarrolla la Secretaría y los servicios del agro en torno a la gestión del riesgo climático. “Estamos ahora con toda la región del Maule declarada bajo emergencia agrícola y estamos entregando con INDAP, la Subsecretaría de Agricultura y CNR recursos por más de $4.000 millones en estos últimos meses del año para ayudar a los agricultores con alimentación ganadera, apícola y pequeños proyectos de riego. Pero de forma paralela, trabajamos durante todo el año en capacitaciones a los agricultores y los asesores técnicos en temas de adaptación al cambio climático y sustentabilidad porque más que enfrentar la emergencia, nuestro objetivo es lograr un cambio de actitud y que este tema se entienda como una preocupación permanente para lo cual contamos con la ayuda de los investigadores de INIA”, señaló el Seremi.