“Al 13 de octubre el ahorro acumulado en los Fondos C, D y E había caído de valor en US$ 10.314 millones con relación al 31 de diciembre de 2020, y al 11 de noviembre ya se habían recuperado US$ 5.611 millones, reduciendo la caída de valor en el año a US$ 4.703 millones”, explicó Roberto Fuentes, Gerente de Estudios de la Asociación de AFP.
La caída de valor de los fondos y, por consecuencia, de la rentabilidad, ha sido efecto fundamentalmente de la presión provocada por el debate del cuarto retiro y la necesidad de acumular liquidez para poder enfrentar sus solicitudes. Esta incertidumbre se hizo cada vez más fuerte a contar de abril del año en curso, cuando se presentaron los primeros proyectos para un cuarto retiro.
El veto del Senado a un nuevo proceso de retiro favorece a 5,7 millones de afiliados a los Fondos C, D y E, quienes ya han recuperado más de la mitad de la caída anual que habían presentado.
“El primer y segundo retiro de fondos, en 2020, no provocaron grandes movimientos en el mercado de renta fija local, en parte importante debido a la acción del Banco Central, en orden a disponer de operaciones de compra de estos papeles al contado y venta a plazo. Pero, a contar de la discusión del tercer retiro, que se aprobó en abril, el mercado sintió el impacto, las tasas exigidas a los papeles de renta fija subieron en el mercado y el valor en cartera de estos papeles en los Fondos C, D y E se redujo, en una suma que se calcula en US$ 10.314”, explica Fuentes.
Desde que la Cámara de Diputados aprobó el proyecto del cuarto retiro de los fondos de pensiones en su primer trámite, el pasado 28 septiembre, y hasta el viernes 22 de octubre, el Fondo E cayó 7,9%. En cambio, desde el 24 de octubre hasta ayer ha subido 8,4%, alza que se agudizó frente al rechazo de la idea de legislar el proyecto de ley en la sala del Senado.