Sólo habían pasado dos meses desde la primera inundación que destruyó gran parte del centro de Licantén, donde el río Mataquito dejó todo bajo el agua con una altura de casi un metro. Pero lo vivido el 21 de agosto fue más duro para toda la comunidad. Y es que el agua alcanzó hasta los dos metros de altura y una prueba de ello es que el acceso a la Fiscalía local fue cubierto por completo.
Angustia e incredulidad era lo que sentía la gente por lo que la naturaleza les hacía vivir nuevamente. No podían creer que el esfuerzo de recuperar todo lo destruido en la primera crecida, se repetía y, lo peor de todo, con más daños en los hogares, el comercio y servicios públicos.
Pero a pesar de lo que vivía en sus hogares, fiscal y funcionarios se arremangaron las mangas y con el apoyo de la fiscalía regional, a penas el agua bajo, se reunieron en la fiscalía para comenzar nuevamente la limpieza y dejar disponible el inmueble. Un esfuerzo de dos semanas que ya hoy permite abrir el Ministerio Público en esta golpeada comunidad.
“Hemos hecho un gran esfuerzo mancomunado de parte de la fiscalía regional, de colegas de otras fiscalías, como de nosotros mismos para poder sacar adelante la atención de público y la presencia de la fiscalía de Licantén en la zona, ya que nosotros tenemos una extensión territorial bastante grande, por lo tanto, es importante la presencia de la fiscalía. Y bueno, hemos estado aquí con mucho empeño, esfuerzo, pero hartas ganas que es algo que en cierta medida nos ha llenado el espíritu porque a pesar de todas las inclemencias – porque hemos pasado dos situaciones críticas – seguimos de pie poniéndole todo el empeño y luchando porque siga presente la fiscalía en la zona y prestar todos lo servicios a la comunidad”, señaló la fiscal jefe Mónica Barrientos.
Pero a pesar de la emergencia en la práctica la fiscalía nunca dejó de realizar las labores diarias, ello gracias al sistema de carpetas digitales que la Fiscalía Regional del Maule, pionera a nivel nacional, implementó el año 2016 y que permite una interconexión con todos los fiscales y funcionarios vía remota, lo que permitió que fiscales y profesionales de otras comunas cubrieran los requerimientos mientras la gente se preocupaba sólo de la dramática situación personal que estaban viviendo.
Jéssica Rivera Administradora de la fiscalía local, manifestó que “lo vivido es una situación muy triste con una incertidumbre de no saber qué va a pasar. Es triste ver la comuna, el lugar donde estamos y nuestros hogares. Pero tenemos la energía y las ganas de salir adelante. Esto se refleja que a 15 días de la emergencia ya estamos trabajando, quizás no en las condiciones que quisiéramos, pero somos servidores públicos y nos debemos a la gente. Y como fiscalía de Licantén acordamos en limpiar y salir adelante a fin de atener de la gente. Estamos con mucho deseo y energía de salir de esto y ojalá no se vuelva a repetir. Agradecemos al fiscal regional, al equipo directivo, a nuestros compañeros y a la fiscalía nacional que sabemos que están pendiente de nosotros y del apoyo que hemos tenido. Todos se han preocupado de cada uno de nosotros y estamos eternamente agradecidos de nuestras jefaturas, el equipo y vamos a salir adelante”.
De esta forma la fiscalía de Licantén ya retoma sus funciones y con visitas y atenciones también en la comuna de Curepto, donde algunas localidades igual fueron duramente afectadas por la crecida del río.