Con el objetivo de entregar asesoría técnica a un grupo de jóvenes que participan del Premio a la Innovación Juvenil Rural de América Latina y el Caribe, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) a través de su Servicio de Capacitación, fue parte de dos jornadas de mentorías en el marco de este galardón que busca identificar, premiar y difundir iniciativas innovadoras y sostenibles de América Latina y el Caribe.
El premio es promovido por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), un organismo especializado de las Naciones Unidas que centra su quehcar en la reducción de la pobreza rural, trabajando con poblaciones rurales en países en desarrollo con el fin de eliminar la pobreza, el hambre y la malnutrición; además de aumentar su productividad, ingresos y mejorar su calidad de vida.
En ese sentido la encargada del Servicio de Capacitación de FIA, Paulina González participó como parte del panel de mentores entregando recomendaciones a las iniciativas del Premio 2021, aportando desde sus conocimientos y experiencia compartió consejos y orientación a los jóvenes emprendedores para que continúen desarrollando y potenciando sus iniciativas en cada uno de los territorios.
“Es un tremendo honor participar de esta instancia, en donde se reconocen iniciativas lideradas por jóvenes de la región, que en base a problemáticas identificadas en sus territorios han desarrollado innovaciones muy interesantes. Desde la experiencia que tenemos en FIA, en el fomento y el desarrollo de innovaciones desde edad temprana en jóvenes, tenemos mucho que aportar. Fue una experiencia gratificante conocer los proyectos y poder compartir algunas recomendaciones con miras a que consoliden sus innovaciones y sean sostenibles en el tiempo, además de ser un respaldo al trabajo que como institución realizamos en Chile”, indicó Paulina González.
Dentro de las iniciativas que fueron apoyadas por el panel de mentores, se encuentran:
Agrowayu (Perú) proyecto que con el apoyo de la tecnología agroindustrial ofrece a los niños sabor y nutrición con la creación de gelachía, una gelatina fresca de consumo inmediato que contiene ingredientes como maracuyá, chía y quinua; siendo un alimento alto en proteínas y vitaminas, científicamente comprobado y bajo en azúcares, sodio y grasas. Fortaleciendo la salud de los niños y la cadena productiva rural.
Hexa Biotech (México) utilizando la entomoindustria – utilización de los insectos – para desarrollar fertilizantes y alimento para animales totalmente orgánico y libre de productos químicos, Hexa Biotech, desarrolla la economía circular. Para alimentar a los insectos utilizan basura orgánica, minimizando así las emisiones de los gases de efecto invernadero, generando como producto final, un fertilizante, con alto potencial para la agricultura.
Raiz (Brasil) busca soluciones tecnológicas para revolucionar la vida del campo, ofreciendo accesibilidad a una red de productores que les permite entregar frutas, verduras y legumbres libres de fertilizantes, agroquímicos y pesticidas, sin perjuicios económicos y sin necesidad de intermediarios. Administrando el desperdicio de alimentos y minimizando el riesgo de posibles problemas en la cosecha. Además, actúa en la planificación de las producciones para ofertar cierta garantía de ingresos a las familias productoras.
Sembrando Vida (Colombia) Proyecto familiar que nace con el objetivo de recuperar los árboles nativos que se encuentran en la línea roja o en peligro de extinción en el Distrito de La Habana, Colombia. Realizan replantación de especies para la conservación de los bosques, asegurando así el mantenimiento del recurso hídrico de la zona. Junto con la naturaleza, cuidan la preservación de las comunidades que habitan en los alrededores.
Una Mano para Oaxaca (México) Surge para dar apoyo a las áreas afectadas por el terremoto de magnitud 8.2 que devastaron el estado de Oaxaca. La iniciativa ha sido impulsada por mujeres jóvenes que han formado un equipo multidisciplinario para promover la reconstrucción emocional y cultural de los pueblos Zapotecas, por medio de compartir los conocimientos locales y propios, como una forma de promover el arraigo cultural, social, territorial y comunitario. Se busca dar un nuevo rostro al conocimiento tradicional de la comunidad.