Un año llega a su fin, con su carga de alegrías, penas y vivencias. Es hora de hacer un balance de todo lo realizado y proyectarnos al futuro.
Un futuro siempre incierto en que cada día trae un nuevo desafío. Eso es la vida y no sería tal si todo fuese predecible. Es lo inescrutable lo que nos atrae y nos impulsa a seguir adelante, pese a los contratiempos y las dificultades.
Es también el momento de olvidar las viejas rencillas e iniciar un nuevo camino. Es la hora de comunicarnos con aquellos que están lejos, tanto del punto de vista físico como emocional. Es bueno dejar atrás los rencores porque la vida es una sola y, tal vez, nos podamos arrepentir mañana de no haber hablado, conversado, acompañado a quien por algún motivo ha causado nuestro enojo.
Es el momento de una nueva oportunidad.
Bienvenido 2024!!!