A sólo días de partir con las cosechas de cereza en las principales zonas productivas de esta especie, se asomó este nuevo sistema frontal que expuso, esta vez, directamente a la fruta temprana que estaba en los árboles “tomando color”, y a huertos donde los árboles se encontraban en proceso de floración.
“Las lluvias primaverales son muy erráticas, y aunque algunas áreas podrían haber evitado daños, muchos productores enfrentan desafíos debido a las lluvias”, comenta el presidente de la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta), Jorge Valenzuela. “Estamos trabajando en los huertos para evitar cualquier problema en las próximas cosechas”.
Las recientes precipitaciones, aunque menores a las de meses anteriores, llegaron en un periodo crítico para la fruticultura. Esto, porque golpearon a fruta como las cerezas colgando en los árboles, tomando color para ser cosechadas en los próximos días y semanas. Por ello, fue que “se vieron expuestas a daño y partiduras”, dijo.
El otro problema, son los huertos que están ahora en plena floración. “Esa fase del crecimiento de la flor es muy delicada y los chubascos podrían significar complicaciones en el volumen de las cosechas”, advirtió.
Por eso, es que el gremio insta a los productores a implementar todas las medidas para minimizar daños y garantizar una buena temporada de cosecha, haciendo “control de daños” evitando que la fruta expuesta “se parta”, y que los árboles en floración no tengan mayores complicaciones de cara a la temporada.
“Nos llueve sobre mojado”
Jorge Valenzuela recuerda además que hay mucho suelo productivo de fruta que, luego de los sistemas frontales de junio y agosto, aun no drena toda el agua caída en esos meses, y que naturalmente no están preparados para dar comienzo a sus respectivas labores productivas. “Son suelos agrícolas que no se han recuperado de los temporales, por lo que aquí, literalmente, nos llueve sobre mojado”, afirmó.
En este momento Fedefruta está levantando información con sus directores, consejeros y asociaciones regionales para dimensionar la situación de la fruticultura chilena y los productores del rubro, en la víspera de las cosechas afectadas por temporales y lluvias primaverales.