A pocas semanas de que empiece noviembre, que es el mes de la prevención del cáncer de próstata, es necesario considerar ciertos factores para bajar el riesgo de la enfermedad. Pero pese a que ningún enfoque de prevención es infalible, adoptar un estilo de vida saludable y estar al tanto de los factores de riesgo, puede contribuir a reducir las posibilidades de desarrollar este tipo de cáncer.
Y cómo la prevención es clave para la salud de las personas, la Corporación Nacional del Cáncer de Próstata. entrega algunas medidas que se han asociado con un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata:
Dieta saludable. Consumir una dieta rica en frutas y verduras, especialmente las que son ricas en antioxidantes como el licopeno (tomates), puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de próstata. También se ha sugerido que el consumo de pescado graso, como el salmón, que es rico en ácidos grasos omega-3, podría estar relacionado con un menor riesgo.
Grasas saludables. Limita la ingesta de grasas saturadas, especialmente las provenientes de carnes rojas y productos lácteos enteros. Opta por fuentes de grasas saludables, como aceite de oliva, aguacates y frutos secos.
Fibra y granos enteros. Una dieta rica en fibra y granos enteros puede ser beneficiosa. Esto incluye alimentos como la avena, la quinua y el pan integral.
Límites en el calcio. Evita el consumo excesivo de suplementos de calcio, ya que algunas investigaciones sugieren que altas cantidades de calcio pueden estar relacionadas con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Sin embargo, no es necesario evitar el calcio de la dieta normal.
Ejercicio regular. Mantén un estilo de vida activo y haz ejercicio regularmente. La actividad física regular se ha asociado con un menor riesgo de cáncer de próstata.
Mantén un peso saludable. La obesidad está relacionada con un mayor riesgo de cáncer de próstata, especialmente el tipo agresivo. Mantener un peso corporal adecuado a través de una dieta saludable y ejercicio regular puede ayudar a reducir el riesgo.
Evita el tabaco y el alcohol. Fumar y el consumo excesivo de alcohol pueden aumentar el riesgo de cáncer de próstata. Evita estos factores de riesgo.
Suplementos. Consulta con un profesional de la salud antes de tomar suplementos de vitaminas o minerales para reducir el riesgo de cáncer de próstata. Algunos suplementos, como el selenio y la vitamina E, no han demostrado ser efectivos en la prevención y pueden tener riesgos.
Exámenes médicos regulares. Realiza chequeos médicos regulares y discute con tu médico los exámenes de detección del cáncer de próstata, como el control de antígeno prostático específico (PSA) y el tacto rectal.
Conoce tus factores de riesgo. Si tienes antecedentes familiares de cáncer de próstata u otros factores de riesgo, consulta con un profesional de la salud sobre las estrategias de prevención adecuadas para tu situación.
Nuevos tratamientos para la enfermedad.
Uno de los tratamientos que más efectos positivos ha tenido en el tiempo, es la braquiterapia prostática o semillas radiactivas, que es una modalidad de radioterapia que implica colocar fuentes radiactivas en la glándula prostática, donde la radiación puede matar las células cancerosas y causar menos daño al tejido sano cercano. Este tratamiento actualmente se encuentra disponible en el GES (Garantías Explícitas en Salud), por lo que se hace más accesible para los pacientes.
“El GES en Chile elevó los niveles de tratamientos disponibles, entregando terapias mínimamente invasivas como las semillas radiactivas. El problema es que estas posibilidades no están disponibles a través de todo el país, y tampoco son conocidas por todo el mundo médico, por lo tanto, el llamado es a poder seguir difundiendo este tipo de alternativas para lograr mejores resultados ante a esta enfermedad”, asegura Felipe Balbontín, Urólogo y Presidente de la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata.
Los grandes beneficios de esta técnica, es que a diferencia de la radioterapia externa que se realiza entre 7 y 40 sesiones diarias, la Braquiterapia se realiza en una sola sesión. La caída de la dosis de radiación fuera de la próstata es rápida por lo que los tejidos de alrededor reciben escasa o nulas dosis de radioterapia. Además, una cirugía presenta una probabilidad de impotencia sexual entre 50 y 70% e incontinencia de orina al menos durante 2-3 meses, a diferencia de la braquiterapia, que presenta una incidencia de impotencia sexual menor de 5% y ausencia de incontinencia urinaria.