El docente, quien es también curador del herbario de esta Institución, indicó que las reacciones alérgicas se producen debido a un grupo de sustancias denominadas alérgenos, y que “son de diferente naturaleza, desde medicinas, alimentos, esporas fúngicas, heces de insectos y granos de polen, entre otros”.
Carrasco agregó que, si bien los mayores porcentajes de afecciones alérgicas asociadas a los granos de polen se producen en los meses primaverales y veraniegos, las investigaciones científicas muestran que, existe un aumento en otoño e incluso invierno, debido a las especies introducidas en Chile.
Entre las más reconocidas, el profesor mencionó, en primer lugar, al plátano oriental, “que es quizás la especie emblemática de las áreas verdes, y que ocasiona un aporte sustantivo de granos de polen alérgenos para la población”.
Junto con este árbol, el académico destacó los del género Quercus, conocidos como encinos o robles europeos, y que “son integrantes abundantes en las áreas verdes de la zona centro-sur de Chile y que provienen del hemisferio norte”.
Se incluyen, además, en este grupo de especies alergénicas a los aromos. “Han pasado a ser consideradas malezas y especies invasoras dentro de la flora de nuestro país. Son originarias de Australia, y debido a su gran cantidad de flores amarillas o blancas, emiten un aporte considerable de granos de polen”, indicó.
A estos se suman plantas de crecimiento herbáceo, como la Ballica Inglesa y el Piojillo, cuyos granos de polen son de los más alergénicos.
Finalmente, el profesor Carrasco mencionó, también, especies que en el país se cultivan con un interés forestal y económico, como es el Pino Radiata. “Generan una carga alergénica importante, aportando de manera sustantiva granos de polen en el aire, ya que su polinización es anemófila”, comentó.
Síntomas
De acuerdo a la directora del Programa de Especialización en Medicina Interna de la Universidad de Talca, Dayana Machado, la rinitis alérgica y la conjuntivitis alérgica, “son procesos inflamatorios de la mucosa nasal y ocular, que se presentan posterior a la exposición a estos alérgenos”.
“Sucede una sensibilización, y la respuesta que tiene nuestro sistema inmunológico se manifiesta a través de unas células que se denominan Linfocitos B que producen inmunoglobulinas o anticuerpos que, son específicos para estos alérgenos”, expresó.
La reacción alérgica consiste -explicó- en que la inmunoglobulina E se une a ciertas células denominadas mastocitos, ubicadas en los sitios de más fácil acceso para estos alérgenos como las fosas nasales y la mucosa ocular. “Se liberan una serie de gránulos, dentro de los cuales se encuentra la histamina, que es la que precisamente provoca los síntomas, tanto en la rinitis alérgica como en la conjuntivitis alérgica. Estos síntomas son estornudos, congestión nasal, sensación de obstrucción nasal, lagrimeos constantes o picazón ocular”, detalló.
La especialista comentó que la duración de la sintomatología varía de un paciente a otro, desde unos pocos días a ser un problema crónico. “Lo importante es contar con la información y prescripción adecuada, reconocer estos síntomas y acudir a un médico, inicialmente general, y que nos pueda derivar al especialista, como un oftalmólogo u otorrinolaringólogo, según sea necesario en casos más complejos”, recomendó.
Machado sugirió inicialmente tratar de evitar el contacto con las especies que producen la alergia, pero si esto no es posible iniciar un tratamiento farmacológico de acuerdo a lo prescrito por un médico, quien deberá indicar el más recomendable según la persona y sus requerimientos.