Sobre el recorte a las tasas de interés que podría aplicar el Banco Central de Chile (BCCh), tras los recientes datos del Índice Mensual de Actividad Económica (IMACEC) de mayo, que refieren una contracción del 2% comparado con el mismo período de 2022, el académico e investigador de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, Dr. Guillermo Riquelme, explica que este ajuste deberá darse con prontitud, a propósito de lograr un efecto expansivo en lo que resta de año.
“La cifra entregada en el IMACEC mayo 2023, está situada en el límite superior del rango esperado por los analistas y daría cuenta de que la contracción se está generando de una manera más fuerte y significativa de lo esperado. Muy probablemente el sobreajuste que se ha estado realizando, en los últimos períodos por el Banco Central, en términos de mantener alta la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 11,25% está generando en los sectores de la Industria y del Comercio, algunas implicancias significativas, en cuanto a que la actividad económica se evidencia estancada desde finales de 2022”, analiza.
En este sentido, el académico indica que el IMACEC muestra caídas significativas para sectores de la economía, como la Minería, en torno al 7,5%, y el Comercio de un 4,2%.
“Esto provocaría posteriormente que, a final de año, el crecimiento de la economía nacional se ubique más bien en un rango inferior al crecimiento proyectado en el último IPOM del Banco Central, en torno a un -0,5% o, en el mejor de los casos, nulo para la actividad económica del país 2023”, explica.
Respecto de las bajas que ha experimentado la inflación durante 2023 y la contracción que registra la actividad económica, a pesar de lo cual se mantienen las tasas de interés al alta, Riquelme detalla que ambos indicadores estarían dando claras señales de que dicho ajuste a la baja debió realizarse desde la reunión de política monetaria del mes de junio.
“Es muy probablemente que los ajustes van a tener que hacerse mucho más rápido en el mes de julio, subiendo la Tasa de Política Monetaria, quizás a números bastante elevados, quizás con 50 o 100 puntos base de crecimiento, para lograr finalmente que la baja que se experimente en la Tasa de Política Monetaria cause algún efecto expansivo en la economía nacional en lo que resta del año”, expone.
El académico sostiene que es poco probable que se registre una recuperación del nivel de crecimiento y actividad económica en 2023, dado que los indicadores de inversión bruta de capital son todavía muy bajos y siguen cayendo. “No hay infraestructura, equipamiento ni maquinaria que esté hoy día disponible para seguir produciendo a un nivel mayor, por lo que finalmente el ajuste que se haga ahora a la baja, para expandir la actividad económica, no va a lograr resultados en lo inmediato, al menos en 2023”.
El investigador señala que los posibles efectos podrían verse a partir del segundo semestre de 2024, a nivel de un punto de inflexión en cuanto al crecimiento y productividad de la actividad económica nacional.