La Mesa de Cultura, Memoria y Derechos Humanos María Isabel Beltrán Sánchez manifiesta su profunda preocupación ante los recientes casos de Desaparición Forzada que conmueven a nuestro país y, particularmente, a la Región del Maule.
El pasado 8 de agosto se cumplieron nueve meses desde la desaparición de Julia Chuñil Catricura, lideresa de la Comunidad Mapuche de Putreguel, en la comuna de Máfil, Región de Los Lagos, donde protegía alrededor de 900 hectáreas de bosque nativo.
Asimismo, el 14 de agosto se cumplieron dos meses de la desaparición de María Ignacia González, concejala de la comuna de Villa Alegre, aquí en el Maule. La concejala ejerció su cargo durante cinco periodos, siendo ampliamente reconocida por su compromiso con la comunidad y su labor fiscalizadora en el municipio.
Las organizaciones de derechos humanos nos encontramos consternadas, pero también activas y solidarias con las familias de Julia Chuñil y María Ignacia González, acompañando sus luchas y respaldando las movilizaciones que buscan visibilizar estas desapariciones. Las investigaciones realizadas hasta ahora apuntan a que se trata de desapariciones forzadas, con la participación de terceras personas.
Ante la falta de avances claros por parte de la justicia, mantenemos la alerta. Nuestra memoria colectiva carga con la dolorosa experiencia de impunidad que marcó al país desde el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, cuando la dictadura cívico-militar impuso el terrorismo de Estado. Solo en los casos de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, se contabilizan 1.469 víctimas, de las cuales 1.092 permanecen desaparecidas. Muchos familiares han muerto sin obtener justicia ni reparación, mientras el Estado ha fallado en dar respuestas, y gran parte de los criminales continúan en libertad o recibiendo privilegios como altas pensiones, al mismo tiempo que desde sectores de ultraderecha surgen voces que incluso buscan indultarlos.
Nuestro país no puede ni debe normalizar las desapariciones de personas que han dedicado su vida a defender los derechos de sus comunidades. La desaparición forzada es un crimen de lesa humanidad, por lo tanto, no prescribe ni puede ser objeto de amnistía.
El próximo 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, instaurado por la ONU en 2010 para generar conciencia sobre esta práctica y sus devastadoras consecuencias para las víctimas y sus familias. La desaparición forzada se entiende como la privación de libertad de una persona por agentes del Estado, o por grupos que actúan con su autorización, seguida de la negativa a reconocer dicha detención o del ocultamiento del paradero de la persona, sumiendo a las familias en un limbo legal y emocional.
Desde nuestra Mesa hacemos un llamado a la sociedad en su conjunto a movilizarse y
solidarizar con las familias de las víctimas de desaparición forzada. La denuncia y la
organización son nuestras principales armas contra el olvido y la impunidad. Del mismo
modo, exigimos a las instituciones del Estado, y en especial al Poder Judicial, destinar todos los recursos necesarios para esclarecer estos hechos, encontrar a las personas desaparecidasny llevar a los responsables ante la justicia.
Finalmente, les convocamos a la Conmemoración del Día Internacional Contra la Desaparición Forzada, que se realizará en Plaza Cardenal Raúl Silva Henríquez, ubicada en calle 2 sur 1 poniente, el sábado 30 de agosto a las 11:30 hrs. Año tras añonconvocan las Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Talca y en esta oportunidad, se sumará toda nuestra solidaridad a las familias de Julia Chuñil Catricura y María Ignacia González.
Nada ni nadie está olvidado.
Mesa María Isabel Beltrán Sánchez de Cultura, Memoria y Derechos Humanos