Un nuevo estudio publicado por el Observatorio Perspectivas muestra datos clave sobre algunas implicaciones complejas de la propuesta de reforma de pensiones para los jóvenes de clase media en el país. Además, destaca que el proyecto resultaría en un costo significativo para el Estado, proyectando alcanzar los $422 mil millones en 2025 y $1,2 billones en 2026, lo que equivale al 0,4% del PIB o a los ingresos anuales de más de 85 mil hogares.
Titulado «La generación perdida: los actuales jóvenes de clase media pierden con la reforma», el informe analiza diversas distribuciones de la cotización adicional del 6%, evaluando su impacto en las pensiones de diferentes grupos de personas. Se examinan escenarios como destinar toda la cotización a cuentas individuales o al reparto respectivamente, así como combinaciones intermedias como 4-2, 3-3 y 2-4. Se consideran tanto a jóvenes como a trabajadores en etapas cercanas a la jubilación, y se examinan distintos niveles de ingresos y géneros.
Uno de los hallazgos clave es que la reforma propuesta afectaría desproporcionadamente a los jóvenes de clase media, donde ninguna de las distribuciones propuestas beneficia a los trabajadores jóvenes de este grupo socioeconómico en comparación con destinar la totalidad de la cotización a cuentas individuales.
La radiografía estima que destinando el 16% a cuentas individuales, en lugar de la distribución propuesta de 3% a reparto y 3% a cuentas individuales, los trabajadores jóvenes de clase media podrían ver aumentadas sus pensiones en hasta $94 mil para los hombres y $54 mil para las mujeres. Mientras que estos guarismos en el caso de las personas de bajos ingresos se ubican en $32 mil para los hombres y $16 mil.
De esta manera, se destaca que la mayoría de los trabajadores más jóvenes serían perjudicados bajo cualquier distribución que incluya reparto, lo que podría conducir a la creación de una «generación perdida» en términos de pensiones.
«Es evidente que se requiere una modificación en nuestro sistema de pensiones para mejorar su suficiencia. Sin embargo, frente a un proyecto que implica costos fiscales significativos y que podría crear una generación perdida para las pensiones, es crucial considerar cuidadosamente las implicaciones a largo plazo de estas reformas», comentó Gabriel Cestau, director del Observatorio Perspectivas.
Además, el estudio hace hincapié en que la distribución de la cotización adicional puede afectar la brecha de género en las pensiones. Señala que, si bien algunas distribuciones pueden cerrar la brecha de género durante la etapa pasiva, esto puede lograrse igualando hacia abajo, lo que significa que las pensiones de hombres y mujeres pueden ser más bajas de lo que podrían ser si se destina toda la cotización a cuentas individuales.
“Las mujeres jóvenes que ganan cerca del salario mínimo pueden recibir pensiones superiores a las de los hombres en situaciones similares debido a los beneficios asociados al género incluidos en el proyecto de ley. Sin embargo, este beneficio tiende a disminuir a medida que las personas se acercan a la jubilación”, explicó Cestau.
El informe completo «La generación perdida: los actuales jóvenes de clase media pierden con la reforma» está disponible en el sitio web de Observatorio Perspectivas.