Disminuir la cantidad de diputados de 155 a solo 134 es la propuesta del Gobierno como parte de una serie de medidas impulsadas y que buscan, en voz del Ejecutivo, “mejorar la democracia”. Sin embargo, la iniciativa -originada en dos mociones refundidas y que se encuentran en primer trámite en la Comisión de Constitución de la Cámara Baja- causaron polémica en la oposición, que criticó el proyecto sosteniendo que podría significar un retroceso en materia de representatividad electoral.
El doctor en Ciencia Política y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales; junto al investigador de la institución maulina Eduardo Álvarez; y al académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Jordi Pereira, realizó un estudio para determinar el mejor mecanismo para efectuar este cambio sin un sesgo político. “Entregamos distintas soluciones matemáticas para una eventual nueva distribución de 134 diputados, que es lo que actualmente está defendiendo el Gobierno”, explicó.
Según explicó el académico, existen opiniones divididas en el mundo político: “Por una parte, hay quienes defienden el que el tamaño de la Cámara de Diputados tenga 155 miembros, como es en la actualidad; y para otros, lo mejor sería reducir el tamaño de esa Cámara a 134, con el fin de evitar el exceso de fragmentación política que hoy día existe en la cámara, pero también en el Senado”.
En el análisis, los autores presentan tres soluciones (de un total de siete alternativas). “La primera, que sería la menos invasiva, consiste en redistribuir los 134 escaños en los distritos actualmente existentes. Es decir, sin modificar los límites territoriales de los distritos. La segunda, implica modificar los límites de los distritos y asignar los 134 escaños, respetando sólo los límites entre las regiones, pero aumentando sustantivamente la cantidad de escaños para la Región Metropolitana, que en la actualidad es la región más sub-representada. La tercera solución es similar a la anterior, pero con una menor dosis de ‘centralismo’. Esto implica corregir lo que sucede en la Metropolitana, pero sin afectar tanto al resto de las regiones”, sostiene el texto.
Además, se plantea que “en los tres escenarios, es posible mejorar el indicador de ‘justicia’ electoral si se compara con el diseño actual”.
Diseño de distritos
El estudio busca aplicar una metodología para diseñar los eventuales nuevos distritos que podría tener un sistema electoral que repartiera 134 escaños, manteniendo 28 divisiones territoriales. “Realizamos distintas soluciones matemáticas con el fin de que los nuevos distritos o la nueva repartición de escaños, fuese representativa en el sentido de acogerse al principio de una persona un voto, disminuyendo lo que la literatura reconoce como malapportionment, es decir, la diferencia entre el porcentaje de escaños asignado a una unidad territorial y electoral para estos términos y el porcentaje de población que representa ese distrito”, explicó Morales.
El docente aseguró que el ideal democrático, es que cada persona esté representada por un voto. “A nivel de distritos sería, por ejemplo, que a un distrito con el 10% de la población le sean asignados el 10% de los escaños. De esa forma tenemos una diferencia de cero entre el porcentaje de escaños que recibe un distrito y el porcentaje de población que ese distrito representa”, afirmó.
En tanto, Eduardo Álvarez, planteó que la novedad de este trabajo es que considera multicriterios: “Lo que buscamos es que el diseño de los distritos no solo considerara criterios de representatividad, sino que también de balance territorial, de modo de generar ciertos incentivos tanto a los candidatos, como después a los representantes electos, a reconocer una consideración territorial”.
Además, recalcó que actualmente en el país existe una situación de subrepresentación de algunos distritos. “Hoy Chile tiene un problema, y es que la Región Metropolitana está subrepresentada, es decir, tiene menos diputados de los que debería tener en relación a su tamaño poblacional”, por lo que el modelo que desarrollaron contempla corregir esos errores, dijo.
De acuerdo a los investigadores, diversos académicos señalaban que reduciendo el número de diputados a escoger era imposible ajustar de mejor manera el porcentaje de población y el de escaños para cada distrito, “y nosotros demostramos que no es así, que con 134 diputados es posible ajustar de mejor manera y apegarse al principio de una persona un voto sí es que realizamos de manera correcta este proceso de reasignación de escaños”, destacó el investigador.
Según Morales, este estudio es de gran relevancia en la situación política actual, ya que “tiene mucho que ver con la forma en que generamos un sistema electoral que sea representativo, pero que al mismo tiempo no promueva un exceso de fragmentación y de polarización y en esa dirección apunta nuestro trabajo, y creemos que es un aporte constructivo para la discusión política”.
Jordi Pereira, docente de la Universidad Adolfo Ibáñez, quien también formó parte del equipo investigador, aseguró que existe un malestar ciudadano con el sistema político. “Chile tiene un problema de representatividad parlamentaria y eso se traduce en el disgusto que genera la política en la ciudadanía, pero esa falta de representatividad no creo que lo esté generando que haya 155 diputados, sino que lo genera que esos diputados no representan la realidad del país ni a sus ciudadanos”.
Según declaró Pereira, esta situación se podría mejorar a través de una mejor distribución de los diputados en los distritos, incluso si se disminuyen a como es el proyecto que se discute en el Parlamento. “Se podría conseguir menos problema de representatividad, o sea, habría más cercanía entre el principio de democracia “una persona un voto” y el número de representantes que tenga cada región en la Cámara, incluso reduciendo de 155 a 134 el número de diputados”, explicó.