Cuando quedan pocos días para el término del año, el balance es ampliamente positivo en los establecimientos educacionales públicos de Constitución. Esto, ya que mejoraron los niveles de asistencia a clases de sus estudiantes lo que se traduce en mayor aprendizaje para estos.
Lo anterior, de la mano con el trabajo multidisciplinario de las escuelas y liceos, con el desarrollo de estrategias y acciones, en el marco del proyecto Desafío TEP (Trayectorias Escolares Positivas) impulsado por la Fundación Educacional Arauco, el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile y el DAEM de Constitución.
Durante la jornada de cierre del programa, Isidora Recard, Directora Ejecutiva de Fundación Educacional Arauco, expresó su satisfacción por el trabajo desarrollado en alianza y los frutos que esto trae a la comuna. “Estamos no solamente viendo logros en los resultados cuantitativos, de que se mejora la asistencia, mejoraron 7 puntos en relación al año pasado, 3 puntos más que pre-pandemia, lo que es un logro importantísimo comparado con el país, pero además hemos visto un cambio en la cultura de los establecimientos, en la forma de trabajar, en cómo colaborando entre establecimientos se aprende, en la forma de involucrar a la familia, en cómo mirar datos y que estos datos te den información para tomar decisiones ajustadas, en fin, en una forma de trabajo para generar mejora escolar”, dijo.
Juan Pablo Valenzuela, director del CIAE, explicó que el incremento de 7 puntos respecto del 2023, significa que se está terminando el año con un 87% de asistencia como promedio de los 4.300 estudiantes. El año pasado fue de aproximadamente 80%.
Hay establecimientos educacionales donde la asistencia promedio a clases es de un 94% y a nivel de estudiantes, se llega al 97 o 100%.
Valenzuela señaló que “el balance que podemos hacer es extraordinario, uno escucha a las comunidades educativas de los 20 establecimientos y no solamente en el resultado final que tiene que ver con haber mejorado en siete puntos la asistencia promedio -el país mejoró este año alrededor de un punto y medio-, sino que también significa que hemos cerrado la brecha con respecto a la asistencia promedio que había antes de la pandemia”.
Explicó que “la asistencia es una precondición para el aprendizaje, es decir, la meta no es que uno vaya la mayor cantidad de tiempo posible, vamos porque es necesario para aprender, para desarrollar capacidades de relaciones interpersonales, de habilidades intrapersonales para aprender más lenguaje, aprender a leer a tiempo, comprender lo que leemos, trabajar a través del juego”, añadió.
Isidora Recart destacó la importancia de asistir a clases “porque es una conducta de protección frente a cosas que pasan en la calle o cuando te quedas en la casa, pero sobre todo es clave porque implica que estás presente en la situación y en el contexto donde se produce aprendizaje, donde se produce interacción con tus compañeros, donde te generas vínculos y donde amplías tu capacidad de relacionarte. Un estudiante que no va a la escuela es un estudiante que pierde oportunidades de aprendizaje, pierde oportunidades de interacción”.
VALORACIÓN
En los establecimientos educacionales valoraron el impacto positivo de Desafío TEP.
Luis Osorio Jiménez, director de la Escuela Cerro Alto de Constitución, señaló que actualmente están con una asistencia del 96%.
Identificó tres líneas de acción: sistematización de los esfuerzos para ordenar y analizar los datos, ver datos, con una mirada estratégica; conformación y cohesión de los equipos de trabajo, identificación de casos sensibles de asistencia y movilización de acciones de apoyo.
“El desafío es hacer sustentable la dinámica interna de los equipos de trabajo y lo otro es, obviamente, mantener el objetivo, que es la asistencia alta”, dijo.
Manuela Pérez, Inspectora General de la Escuela Costa Blanca, indicó que en el establecimiento la asistencia mejoró sobre un 90%.
“Nuestras acciones fueron en dos cursos muy pequeñitos, segundo y cuarto básico, que tenían baja asistencia. La primera acción fue enviar vídeos. Los compañeros de curso se agrupaban y le enviaban un vídeo pidiéndole al estudiante que se incorporara a clase. Así que aquí la motivación fue directamente a los estudiantes. Esa estrategia fue muy efectiva. También se sistematizó, se identificó los motivos, se llamó al apoderado y se trató de ayudar a ese apoderado para que los estudiantes volvieran a clase. Y la premiación que también es muy motivadora también para los pequeñitos”, señaló.
Claudio Conejo, Director de la Escuela Enrique Donn, señaló que “hemos tenido un cambio radical en cuanto a nuestra asistencia” y que “logramos mejorar la asistencia, donde los números variaron positivamente sobre el 90%”. Después de la pandemia y hasta el año pasado, la asistencia era de un 75-80% y ahora, sobre el 91%.
María José Murga, del Liceo bicentenario técnico profesional de Putú, sostuvo que “nos focalizamos en dos cursos, en un octavo y primero medio, los que subieron considerablemente los porcentajes de asistencia y además abordamos la parte emocional y afectiva”, identificando como principal acción la modalidad de “padrinos y madrinas” para generar lazos con los estudiantes y sus familias, “haciéndole notar lo importante que es que los estudiantes estén en el colegio”.
LO QUE VIENE
Viviana Alfaro, Subdirectora de la Unidad de Apoyo Técnico-Pedagógico del Servicio Local de Educación Pública, Maule Costa, destacó el trabajo desarrollado en Constitución.
“Durante el año 2024, han podido instalar un proceso de trabajo en los establecimientos educacionales con resultados cuantitativos, cualitativos y que también hacen de que sean nuestros líderes y nuestros mentores para las escuelas que el próximo año se traspasan ya que el Servicio Local, que parte ahora en enero del 2025, va a trabajar trayectorias escolares”, señaló.
SLEP Maule Costa tiene asentamiento en Cauquenes, pero considera además a las comunas de Pelluhue, Chanco, Constitución y Empedrado.
El próximo año partiría TEP en Maule Costa en un trabajo de 4 años, dando cobertura gradualmente a las 72 escuelas de todo el territorio.
“Cuando yo tengo permanencia, mejoro las otras áreas de los estudiantes: buenas relaciones, reconocimiento con su comunidad, mejores aprendizajes, por ende tengo también mejores resultados, identificación con el proyecto educativo, padres y madres comprometidas, sostenedor también comprometido dentro del proceso, entonces al final es una triangulación y una sumatoria de buenas condiciones que nos permiten tener comunidades felices, que es donde los estudiantes aprendan y también sean felices”, dijo.