Las bajas temperaturas que se registran en el país hacen que, mantener la ventilación cruzada en los recintos educacionales sea complejo para los estudiantes y profesores. Pero, a pesar de esto, la medida sanitaria es una de las principales para evitar la propagación del Coronavirus.
“Si su hijo está asistiendo a clases presenciales, lo primero es asegurarse que el colegio tenga un protocolo y que éste se cumpla. Ahí la ventilación en la sala se hace muy importante”, enfatizó el epidemiólogo y director de Salud del Estudiante de la Universidad de Talca, Daniel Jiménez.
El académico recalcó la relevancia de cumplir con las medidas establecidas por el Ministerio de Salud, especialmente en el contexto de esta nueva alza de contagios que afecta al país. “No solo es importante ventilar en los recreos, sino que también hay que hacerlo al momento que los niños estén trabajando en clases”, explicó.
Sin embargo, el epidemiólogo de la Casa de Estudios recordó que la principal medida de cuidado durante la crisis sanitaria es la inoculación. “Lo primero que tenemos que hacer como padres es llevar a vacunar a nuestros hijos. La vacuna es el pilar esencial del manejo de la pandemia”, puntualizó.
Jiménez manifestó, además, que es necesario que en los recintos educativos se cumpla con el resto de las medidas recomendadas, que incluyen el distanciamiento físico, el uso de correcto de mascarillas y el lavado frecuente de manos.
Confort térmico
Por su parte, la directora del Centro Tecnológico KIPUS de la Universidad de Talca, María Luisa del Campo, explicó que una alternativa para mantener el confort térmico en los recintos consiste en que, “antes de que partan las clases, se pueden calefaccionar las salas, de modo que luego, con la ventilación, vaya bajando paulatinamente la temperatura a lo largo del día”.
“De esta manera los niños van a poder tener una cierta homogeneidad en la temperatura durante la mañana”, agregó la académica, quien manifestó que no existe ninguna alternativa de calefacción capaz de compensar el frío que genera la necesaria ventilación para evitar los contagios.
Del Campo explicó que, para contrarrestar las corrientes de aire y la baja eficiencia de las calefacciones en ese contexto, las familias deberían recurrir a vestimentas más abrigadas, que proporcionen una temperatura adecuada. “Hay que abrigarse muy bien, de modo que la calefacción que tengamos no sea el principal medio de calor que tengan nuestros niños en las salas”, concluyó.