Empeñados en disminuir las brechas en la enseñanza de los sectores más apartados, los tres microcentros de Pencahue se congregaron en el establecimiento “Esperanza del Futuro” de Cancha de Quillay para participar en dinámicas que estimulan la lectura, escritura y prevención de incendios.
Estudiantes, profesores y asistentes se reunieron el 24 de julio en una instructiva jornada que en la mañana estuvo animada con cuentos de títeres y en la tarde recibió consejos para evitar las emergencias forestales.
La primera actividad fue coordinada por la Cooperativa Oriencoop con la realización de la compañía artística de Corinto Akituén, quien presentó la entretenida obra infantil “Tres historias para Escribir” en que 26 alumnos de multigrado conocieron curiosas leyendas de la literatura indígena chilena. Acudieron cinco niños de la escuela anfitriona, ocho de “Riberas del Maule” de Toconey y trece de “La Patagua”.
UNA GRAN FAMILIA
Luego de disfrutar de un almuerzo campestre, los menores escucharon atentos a los funcionarios de CONAF en un didáctico taller que promovió el cuidado del medio ambiente inclusive con la presencia de Forestín. El enriquecedor día culminó con juegos recreativos y el traslado a sus casas en los vehículos dispuestos por el DAEM.
El profesor encargado de Cancha de Quillay y coordinador del Microcentro de Pencahue, Arturo Parra, destacó que “somos como una gran escuela que cuenta con tres salas separadas por varios kilómetros, aunque los niños se sienten muy cercanos. Esto nos permite crear acciones en conjunto como microcentro”.