Con la premisa de que el desarrollo sostenible se gesta en los territorios y que el mismo debe partir con el “desarrollo humano”, la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de Chile en Talca implementa desde 2012, a través de su carrera Trabajo Social, las “Escuelas ciudadanas para el fortalecimiento territorial”, instancias que tienen como objetivo la promoción de perfiles ciudadanos comprometidos con la construcción de una sociedad democrática y respetuosa del bien común.
Este 2021 han desarrollado las Escuelas de Lideresas y Talleres de mapeo territorial para la toma de decisiones participativas en las comunas de Pelarco y Constitución, además de las Escuela de Formación Ciudadana para estudiantes de Enseñanza Media de establecimientos municipalizados de Talca, actividades que en su conjunto suman más de 100 participantes.
Para el Vicedecano de Facultad en la sede Talca, también director de Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS) de la casa de estudios superiores, Dr. Víctor Yáñez Pereira, de esta manera se “reflexiona sobre aquellas cuestiones (políticas, sociales, culturales, económicas, ideológicas, tecnológicas y ambientales) que permiten a las ciudadanías acortar brechas de participación y representatividad, como es el caso de género, grupos etarios, origen social, distancia geográfica y barrialidad, entre otros. La tarea es pensar los territorios desde sus activos y capitales, tanto materiales como inmateriales, ejerciendo una ciudadanía que incida en mejorar el buen vivir, cultive el espíritu de lo público y se involucre en una gobernanza descentralizada”, dijo.
El académico explicó que la metodología contempla no sólo la trasferencia de conocimiento, sino también repensar ese conocimiento en relación con los problemas y oportunidades del entorno local y regional.
Para esto se fomentan modelos de participación y autorregulación social que inspiran un ejercicio ético de derechos y responsabilidades como agentes activos en la toma de decisiones sobre aspectos que los involucran.
Así se potencia la capacidad de organizarse, apoyar y demandar a las autoridades, además de idear proyectos que contribuyan al desarrollo integral.
Es de destacar que los programas llevados al territorio maulino, que son impartidos por académicos de la casa de estudios superiores, están a disposición de agentes clave a escala local y regional, como son personas mayores, jefas de hogar, jóvenes, dirigentes sociales, emprendedores, ambientalistas y voluntariados, entre otros.
Sello ciudadano
La carrera Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Chile en Talca cuenta con un “sello ciudadano” que promueve la permanente vinculación con el medio, para así contribuir a un desarrollo social integral, centrado en la potenciación del ejercicio de una ciudadanía reflexiva e incidente.
Así lo explicó la directora de la carrera, Mg. Berta Sepúlveda Gálvez, quien sostiene que las Escuelas de Formación responden justamente a brindar espacios de integración entre docentes-estudiantes y agentes territoriales, en una gestión mancomunada que tribute a una formación acorde a las demandas de los fenómenos y contextos sociales contingentes, lo cual permite la innovación y abre el diálogo interdisciplinar al proyectarse en la integración a otras disciplinas.
Explicó que esto contribuye a la formación profesional de los estudiantes de la carrera, al incorporarlos en la gestación de las Escuelas Ciudadanas desde asignaturas afines y Talleres Integrados de Intervención 1 y 2, en donde desarrollan una serie de habilidades que les permiten diseñar, implementar, evaluar y sistematizar estas experiencias de intervención.
El desafío
La articulación de estudiantes y docentes en procesos que contribuyen a formar ciudadanos capaces de poner en la agenda pública y privada tensiones, conflictos y problemas, es un desafío constante asumido por la carrera.
Para Yáñez, el fortalecimiento de los territorios no pasa sólo por las normativas o las políticas, sino que es indispensable que los ciudadanos se reconozcan como parte de ellos y, de este modo, legitimen sus propias localidades, comunas y regiones. Se trata de robustecer, rescatar y aprovechar las capacidades colectivas para mejorar la calidad de vida y, conjuntamente, promover un sentido de identidad y solidaridad con los territorios.