Música Latinoamericana junto a Hutaña, Ballet folklórico con Bafocol, “La fábrica”, banda de Rock local, Paulina Montecinos con su música ranchera y baladas, Peiro del cerro: y sus palabriaditas además del poeta local El doco, fueron parte del grupo de artistas que participaron.
Tierra de las Artes cuenta con el financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través de su Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras.
Como un gesto cargado de memoria, diálogo y expansión simbólica, la conmemoración de la Cruz de Mayo, organizada por la agrupación Creemos Panimávida en colaboración con el Espacio Cultural Tierra de las Artes y otras organizaciones de vecinos y vecinas del sector, celebró su octava versión y reafirmó su carácter de rito vivo, en movimiento, capaz de incorporar nuevas voces sin perder su raíz. Y aunque tradicionalmente se celebra cada 3 de mayo, este año la comunidad de Panimávida encendió su Cruz el día 2.
Fue en 2024 cuando el Centro Cultural Tierra de las Artes, organización comunitaria de Rari y Punto de Cultura que cuenta con el financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través de su Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras, fue invitado a sumarse a este proceso. En esa ocasión se inició una investigación que cruzó saberes locales, creencias ancestrales y memorias comunitarias. Se entrevistó a portadores de tradición andina, a custodios de la Cruz de Rari y se revisó documentación que permitiera comprender la profundidad del símbolo desde una mirada plural.
El resultado fue un rito que precedió el encendido de la Cruz, diseñado por la artista circense Ingrid Flores —Premio Presidente de la República— junto a la artista escénica Claudia Vilos, directora de Espacio Vilu (Talca). Ambas propusieron una intervención escénica llevada a cabo por mujeres, que se integró a la tradicional festividad que incluyó puestos de artesanía, y gastronomía tradicional —con los infaltables porotos con zapallo cocinados por la sra María, con donaciones de la comunidad— y un momento ceremonial cargado de sentido al encender la Cruz.
En esa primera oportunidad realizada en 2024, la jornada fue acompañada por la comparsa naciente Tierra de Pumas, de Panimávida, y la agrupación Proyecto NÚCLEO, quienes encabezaron una procesión carnaval que condujo a los presentes hasta el momento cúlmine: la iluminación de la Cruz, símbolo de transición hacia los tiempos de oscuridad, abrigo y recogimiento.
En 2025, Tierra de las Artes profundizó su compromiso con este proceso, enfocando parte de su trabajo en fortalecer a la comparsa local dirigida por Andrés Lizama, con talleres de diseño de personajes y máscaras —a cargo de los diseñadores escénicos Nicole Salgado y Antonio Sepúlveda— y el acompañamiento corporal de la bailarina Laura Vargas, un colectivo se transformó en protagonista del rito. Ese año, la compañía circense Lumbre integrada por Vale Kutral, Joaquin Quezada e Isabel Pino de Valparaiso, se integró al recorrido como portadora del fuego, junto a vecinas y vecinos personificando figuras e imágenes representantes de la fauna local, así como los artistas Bernardita Prieto y Joaquín Seguel interpretaron a los históricos personajes doña Esperanza Opazo y el Doctor Fernando Bravo, que caminaron en procesión hasta los pies de la Cruz. Allí los esperaban el destacado cantor a lo poeta maulino Jaime Flores y la cantora Tamara Águila para dar inicio a un encendido donde la décima, el arte circense del fuego y la espiritualidad se encontraron.
Y es que, más allá del gesto visual, la Cruz de Mayo está impregnada de historia. Las celebraciones de inicios de mayo tienen raíces profundas que van desde el Imperio griego y fenicio hasta las fiestas paganas del norte europeo, donde se celebraba el inicio de la luz (primavera en el hemisferio norte). Con la expansión del cristianismo, estas prácticas se resignifican. La Iglesia Católica conmemoró la búsqueda de la Vera Cruz por Santa Elena de Constantinopla, y se instaló el 3 de mayo como fecha oficial y la cruz como símbolo de la iglesia.
Pero también, y quizás sobre todo, estas fechas siguen resonando con los ciclos naturales. En los Andes, el Chakana Raymi marca el inicio del viaje hacia el invierno, cuando el ganado baja de la montaña y se guardan las semillas. Es el momento en que la Cruz del Sur alcanza su punto más alto en el cielo: una señal para los pueblos originarios de que comienza el tiempo del recogimiento y cuidado de la raíz.
Por eso no es casualidad que en Panimávida, cuando se enciende la Cruz, también se enciendan memorias. La tradición oral habla de los “angelitos moros”, niños no bautizados, a quienes se les guiaba con fuego en su viaje desde el purgatorio al cielo. O de las piras europeas encendidas durante las celebraciones paganas, tradiciones que llegaron durante la colonización. Todos estos relatos se entretejen, y desde esa trenza de culturas, nace un rito que no pertenece a nadie, porque es de todos.
“Es así, que desde la labor de Tierra de las Artes, buscamos recoger una visión global a este rito, donde no es casualidad que confluyan tantos eventos, sino que es una celebración a lo que los pueblos originarios observaron año tras año en la naturaleza y en su desarrollo como pueblos” comenta Felipe Conejeros, uno de los miembros del equipo gestor de Tierra de Las Artes.
Tierra de las Artes forma parte del forma parte del Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que busca fortalecer y dar continuidad a instituciones y organizaciones culturales de derecho privado y sin fines de lucro.
Este programa además es parte del Sistema de Financiamiento a Organizaciones e Infraestructura Cultural del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio que integra, articula y coordina de forma transversal los planes, programas y fondos orientados al fomento y apoyo de las organizaciones, de la infraestructura cultural, y de la mediación artística. Todo esto con una vocación descentralizada, mecanismos participativos, y la promoción de la creación de redes y asociaciones.