Los resultados preliminares de un estudio llevado a cabo por académicos de la Universidad Católica del Maule (UCM), con la colaboración de la Universidad de Chile y financiamiento del Fondo de Investigación de Bosque Nativo de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), apuntan a que el boldo es una de las especies nativas propias de los bosques esclerófilos con mayor dificultad para sobrevivir en condiciones climáticas adversas.
“Nos encontramos en un área del secano interior de la comuna de San Javier, en la región del Maule, donde esta zona fue afectada por los mega incendios de 2017 y donde también estamos frente a condiciones de temperaturas y cambio climático que están afectando al sector”, contextualizó Jorge Aliste, jefe provincial de CONAF Linares, en la presentación en terreno de los primeros apuntes del proyecto de investigación.
En concreto, el ensayo busca determinar las dosis mínimas de agua que necesitan algunas especies del bosque esclerófilo para poder sobrevivir al primer verano. En este caso, los árboles sujeto de análisis en cuanto a la cantidad y frecuencia de riego son el boldo, litre, quillay y espino.
SOBREVIVENCIA
Entre los resultados iniciales los expertos deducen, a partir de los cambios observados, que de un total de cuatro especies nativas en proceso de análisis el boldo es una de las que presenta más dificultades para sobrevivir cuando es plantada en suelos arcillosos y de poca infiltración.
“Cada cierto tiempo, en los veranos particularmente, registramos variables en cuanto a fisiología, funcionamiento de la planta, sobrevivencia, biomasa, entre otros factores. Preliminarmente, podemos decir que el boldo es una especie muy delicada, requiere mucha protección, a la inversa del colliguay o el espino, que son especies un poco más tolerantes a suelos hostiles”, detalló el académico de la UCM a cargo de la investigación, Sergio Espinoza.
Los resultados definitivos de este proyecto de investigación, aportarán insumos fundamentales para saber cómo restaurar los bosques esclerófilos y, a su vez, se traducirá en una fuente de conocimiento para instituciones como CONAF. Así lo expuso el jefe provincial de la Corporación en Linares.
“Este tipo de ensayos nos entrega herramientas para poder aplicar nosotros como institución pública y poder ayudar a toda la gente y agricultores del sector; además de poder arborizar y hacer estos ensayos de reforestación con especies nativas”, refirió Aliste.







