La provincia de Petorca, y particularmente las comunas de Cabildo y Petorca, se han transformado en el símbolo visible de una crisis silenciosa, pero persistente: la escasez hídrica. Una sequía sin precedentes -la más extensa desde que se tiene registro en la zona central de Chile- ha puesto en jaque no solo la producción agrícola, sino también la vida en el mundo rural.
Las condiciones climáticas han sido innegables: una caída sostenida de las precipitaciones en las últimas décadas, combinada con un modelo de uso del suelo intensivo, ha llevado a una sobresaturación de la cuenca hidrográfica y una disminución dramática en la disponibilidad de agua.
Gracias a un programa de transferencia tecnológica liderado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA La Cruz 81 agricultores ahora cuentan con sistemas fotovoltaicos que abastecen de energía limpia a sus sistemas de riego presurizado.
Este programa “Transferencia Sistema Fotovoltaico y Riego Presurizado Cabildo-Petorca” ejecutado con el financiamiento del Gobierno Regional de Valparaíso a través de Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) ha logrado cumplir el 100% de sus metas, cerrando con éxito la instalación de 81 sistemas fotovoltaicos que están transformando la realidad del campo en una de las zonas más afectadas por la crisis climática en Chile.
La iniciativa, que se desarrolló durante más de dos años, concluyó con una ceremonia encabezada por autoridades locales y regionales, destacando los logros alcanzados en este período.
Los sistemas fotovoltaicos instalados entregan una potencia de 3,6 kWh cada uno, suficiente para cubrir el consumo energético de una vivienda pequeña, y ahora, también, para operar sistemas de riego tecnificado en las parcelas beneficiadas. Esta tecnología ha permitido que muchos agricultores reduzcan su consumo eléctrico para riego en hasta un 100%, liberándolos de los altos costos de la electricidad convencional y contribuyendo activamente a la sostenibilidad ambiental.
Según cálculos del equipo técnico, el programa ha logrado una reducción de 35 toneladas de CO₂ por temporada, un impacto concreto que refuerza la urgencia de impulsar soluciones renovables para el sector agropecuario.
Pero la transformación no solo ha sido energética. El programa también impulsó mejoras significativas en los sistemas de riego, optimizando el uso del recurso hídrico en una superficie total de 45 hectáreas.
Además, a lo largo del proyecto se realizaron más de 320 visitas técnicas a los predios, lo que permitió un acompañamiento cercano, personalizado y adaptado a las condiciones específicas de cada productor.
Uno de los pilares de este programa fue la formación de capacidades locales. A través de cuatro jornadas de capacitación, los agricultores aprendieron sobre el uso eficiente del agua, el mantenimiento de los sistemas fotovoltaicos, y estrategias para maximizar los beneficios de estas nuevas tecnologías.
El programa fue liderado por un equipo multidisciplinario del INIA, compuesto por Carlos Zúñiga Espinoza (director del proyecto), Diego García (técnico de campo), Camila Martínez (técnico de campo y laboratorio) y Alberto Espinoza (ingeniero agroindustrial). Cada uno aportó desde su especialidad para asegurar que la implementación fuera eficiente, contextualizada y con alto impacto.
Gracias a esta articulación, el proyecto no solo logró resultados técnicos importantes, sino que también fortaleció la confianza y colaboración entre los actores del territorio.
Con esta iniciativa, el INIA reafirma su misión de generar y transferir tecnologías sustentables para la innovación del sector agroalimentario, poniendo la ciencia y la tecnología al servicio de quienes cultivan la tierra.
Aquí las voces de quienes han vivido el impacto del programa en primera persona: los testimonios de algunos de sus beneficiarios.
Solange Arquero Zúñiga – Sector Artificio, Cabildo
“Los paneles solares realmente me cambiaron la vida. Habíamos perdido la esperanza, pero gracias a Dios salí beneficiada y pudimos reactivar todo lo que producimos: trabajamos con viveros de paltos, claveles, limones… y ahora estamos volviendo con los paltos nuevamente. También tenemos cultivos de corto plazo, como papas. Estoy muy agradecida por haber sido seleccionada. Este proyecto nos devolvió la energía -en todo sentido- para seguir adelante con nuestra agricultura.”
Luz Marina Barrera Donoso – Montegrande, Cabildo
“Fui una de las beneficiarias del programa de paneles solares impulsado por el Gobierno Regional, y estoy profundamente agradecida. Apenas se instaló el sistema, la cuenta de la luz bajó de inmediato. Aquí en casa tenemos paltos, limones y cultivos pequeños como cebolla, pensados para el consumo del hogar. Para nosotros este proyecto ha sido una bendición, algo hermoso que nos ayuda día a día.”
Rosalindo Tapia – Chincolco
“Fui beneficiado con un sistema de riego para las tunas, que son una de las pocas fuentes de ingreso que tenemos actualmente en Chincolco. Este proyecto nos está ayudando a enfrentar un problema que arrastramos hace mucho: la sequía. Por eso quiero agradecer sinceramente al gobierno comunal y regional por permitirnos contar con esta solución tan necesaria.”
Gerardo “Willy” Orrego – agricultor
“Estoy muy agradecido por haber sido beneficiado con este panel solar. Hoy en día, producir cuesta mucho: la electricidad es carísima, y esto nos viene a aliviar ese peso. Este sistema recién lo estamos comenzando a utilizar, pero ya se nota la diferencia. Esperamos que siga dando frutos, porque de verdad es una ayuda importante para seguir produciendo.”
Julia Oyanedel – agricultora de Palquico, Petorca
“Soy beneficiaria de los paneles solares y los he usado muchísimo. Me han servido tanto para la agricultura donde siembro porotos, cebollas, papas como para darle agua a mis animales: cabras, ovejas, caballos…He podido ahorrar bastante en electricidad, y estoy profundamente agradecida por este beneficio que me tocó. Es una gran ayuda para quienes vivimos del campo.”
Celso Bruna – Productor agrícola de Palquico, Petorca
“Fui uno de los beneficiarios del programa de placas solares, y la verdad, estoy feliz. Antes, la cuenta de la luz era muy alta; ahora, con este sistema, el ahorro es enorme. Tengo mis limones y mi ganado de cabras, y gracias a esto puedo mantener todo funcionando, incluso llevar agua a la casa. Estoy muy contento y agradecido por todo lo que este proyecto ha significado para nosotros.”
Acerca del INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación agropecuaria de Chile dependiente del Ministerio de Agricultura, con presencia de Arica a Magallanes. Su misión es generar y transferir conocimientos y tecnologías estratégicas a escala global, para producir innovación y mejorar la competitividad del sector agroalimentario. www.inia.cl