Un emotivo y sincero conversatorio fue el resultado de la actividad organizada por la Oficina Regional de Derechos Humanos de Gendarmería en el Maule, que dirige la profesional Valesca Yáñez Contreras, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, decretado por la Organización de las Naciones Unidas.
En la instancia participó un grupo de privadas de libertad del Centro Penitenciario Femenino de Talca, acompañadas por la Seremi de la Mujer y Equidad de Género Claudia Morales, junto a profesionales del Instituto Nacional de Derechos Humanos y de la Defensoría Penal Pública. Desde Gendarmería, participó la Teniente Primero Jennifer Jara Hernández y la profesional Valesca Yáñez.
La jornada que se extendió por cerca de 2 horas resultó una conversación cercana, que permitió a las mujeres privadas de libertad compartir sus vivencias entorno a la violencia contra la mujer.
Al respecto la Seremi de la Mujer y Equidad de Género señaló Claudia Morales “Llevamos bastantes años tratando de que las mujeres, tengan un programa especial de prevención del consumo de drogas y tratamiento, sabemos muy bien las brechas que hay entre los hombres y mujeres privadas de libertad. Sabemos la situación de abandono de muchas de ellas. Uno escucha los relatos, y se da cuenta que hay mucho por hacer, falta darles más oportunidades para que no caigan en el delito estando afuera. Queremos trabajar un programa de trabajo concreto e intersectorial, no vasta reunirnos solo hoy en este día, tiene que ser una reparación estructural, que tiene que asumir la sociedad”.
Por su parte, la teniente primero Jennifer Jara Hernández, Jefe Operativo del CPF Talca señaló “es una actividad que no es muy recurrente, en especial tratando el tema agresión al sexo femenino. Ellas dieron su testimonio se vieron identificadas con este tema. En tanto, la Seremi de la Mujer vio en terreno esta realidad tan distinta a una ciudadana que está en la calle. Se logró lo que se esperaba, que todas relataran sus experiencias y visibilizar las necesidades de la unidad penal femenina, ante las instituciones, que son muy distintas a una cárcel de hombre”.
Las mujeres privadas de libertad, valoraron positivamente el conversatorio, así lo expresó, una de sus participantes, la interna Jazmín Sepúlveda: “Me parece súper bien que nos entiendan, que se pongan en el lugar de nosotras. Estamos todas unidas y seguiremos luchando como mujeres, queremos demostrar que podemos, cuando uno sale a la calle a reinsertarse cuesta mucho encontrar trabajo, entonces para uno que quiere cambiar deberían haber oportunidades”.