El crecimiento del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) nacional alcanzó un 3,2% en mayo según lo informado por el Banco Central, dato que fue valorado recientemente por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, como una señal clara de que la economía chilena “ya empieza a consolidar cifras de expansión cercanas al 3% con mayor frecuencia”.
En sintonía con este escenario nacional, el análisis del Termómetro Laboral del Maule (TL) sobre el trimestre marzo- mayo de 2025 que desarrolla el Observatorio Laboral del Maule (OLM), proyecto ejecutado por la Universidad Católica del Maule (UCM) con el respaldo de la Subsecretaría del Trabajo y Previsión Social, muestra signos positivos de dinamismo productivo, especialmente en el sector industrial, donde la ocupación creció un 13% y el PIB industrial regional se expandió en un 13,4% en los últimos 12 meses.
Además, se registró una mejora en la calidad del empleo, con un alza del 3,2% en el número de asalariados privados y un aumento real en las remuneraciones por hora trabajada. Sin embargo, este repunte ocurre en un contexto en el que el mercado laboral chileno enfrenta desafíos estructurales, como el envejecimiento de la población y la reducción de la fuerza laboral joven, tal como han advertido expertos y gremios en las últimas semanas.
“El repunte del sector Industria Manufacturera en el Maule, con un crecimiento de 13% en ocupación durante el último año, es una señal concreta de que estamos avanzando en su recuperación productiva. Este dinamismo, que además se refleja en un alza del 13,4% en el PIB industrial regional, nos muestra que la inversión, el trabajo formal y la capacidad productiva local están retomando fuerza con un impulso notable”, destacó la Seremi del Trabajo y Previsión Social, Maribel Torrealba.
“El aumento del 3,2% en el empleo asalariado privado, no sólo representa más puestos de trabajo, sino empleos con mayor estabilidad y protección social. Desde la Seremi del Trabajo seguiremos promoviendo condiciones que fortalezcan este crecimiento, con foco en sectores estratégicos que aporten al desarrollo sostenible de la región”, agregó la Seremi.
En este sentido, la directora del Observatorio Laboral del Maule (OLM), Irma Carrasco, destacó las mejoras salariales reales y la necesidad de avanzar en equidad de género en materia de empleo. “En el Maule, las remuneraciones por hora ordinaria aumentaron en un 8,3% en el último año, muy por sobre el IPC del mismo período (4,5%). Esta mejora real en los ingresos laborales es un reflejo del avance hacia una recuperación económica que también beneficia directamente a las personas, mejorando su poder adquisitivo y calidad de vida. Es una muy buena noticia para las familias maulinas”, dijo.
“Por otro lado, la recuperación sostenida de la participación laboral femenina es un signo alentador. Hoy, casi una de cada dos mujeres en edad de trabajar está participando activamente en el mercado laboral, lo que representa un avance importante en equidad de género, aunque aún tenemos importantes desafíos que enfrentar. Nuestro compromiso es seguir generando análisis periódicos que permitan orientar a la política pública”, agregó la Directora.
Es así como entre los aspectos positivos del TL, destacó el aumento del empleo asalariado privado en el Maule, que creció un 3,2% en los últimos 12 meses, el dinamismo del sector manufacturero con un aumento del 13,0% en ocupados durante el último año y la mejora en las remuneraciones reales del 8,3% por hora ordinaria. Además, si bien persisten brechas de género, la tasa de participación femenina alcanzó un 48,2% en dicho periodo, evidenciando una recuperación sostenida tras los impactos de la pandemia. Como tendencia general, la ocupación informal maulina también volvió a niveles previos a la pandemia, pero se empinó como la tercera tasa más alta en el país.
Aspectos que podrían ser preocupantes según el reporte TL, son la disminución general de la ocupación que bajó un 1,1%, la disminución de la tasa de participación 2,1 puntos porcentuales en 12 meses y el aumento de las personas que están fuera de la fuerza de trabajo con una variación anual de 7,3 puntos porcentuales.