Luego de la lección que Chile le dio al mundo en cuanto a madurez democrática por los resultados del Plebiscito de Salida, se ejecutó el primer cambio de gabinete del Presidente Gabriel Boric en el contexto de una derrota electoral. Este acto cívico tuvo una alta expectación pública derivada del 62% de los votos del Rechazo a la Nueva Constitución y de fondo con los estudiantes en las calles dirigiéndose a La Moneda y enfrentándose a Carabineros.
Estos elementos son puntas del análisis que empañan el foco que implica un cambio o ajuste ministerial, además, se suma una espera considerable de acuerdo a la hora convocada por parte del gobierno, situación que se prestó como antesala para muchos comentarios en redes sociales y especulaciones periodísticas. Para los medios era evidente que algo pasaba durante esos 85 minutos de espera.
Esto último, un error comunicacional en la puesta en escena, en donde se expusieron gratuitamente para que los contracomunicaran.
En tanto, marcó el retroceso del Ejecutivo en el nombramiento del comunista Nicolás Cataldo a cargo de Seguridad Pública como Subsecretario del Interior, sus tuits contra la policía uniformada generaron cuestionamientos de varios sectores.
Esto hizo recordar, la instalación de la Convención Constituyente y cuando Felipe Ward iba a ser nombrado en el Ministerio del Interior y llegó intempestivamente Gonzalo Blumel, quien estando parado para el cambio de gabinete recibió un llamado telefónico del entonces Presidente Sebastián Piñera.
Los twitter destruyen, eso le pasó a Cataldo. También cuando Gabriel Boric escribió en tiempos de Piñera ´viendo el cambio de gabinete. Impresionante el nivel de improvisación de este gobierno´.
Les costó hacer un cambio de gabinete, resultó accidentado, eso significa una falta de capacidad política que es propio de las palizas electorales. Asimismo, consolida la esencia de la ex Concertación; en todo caso, el Presidente respondió con este ajuste a una lectura del momento, porque la ciudadanía pide más experticia en la conducción del país.
El objetivo de estos tiempos se triangula con tres elementos: que el gabinete fortalezca la apertura al diálogo, que demuestren capacidad de conducción y comuniquen moderación, los cuales sin duda contribuirán a la reconstrucción de las confianzas en el interior del gobierno y la credibilidad por parte de la ciudadanía, que necesita ser escuchada, convocada y no sentirse discriminada geográficamente. No olvidar, que un sector de la población se siente derrotada desde el domingo pasado.
Pablo Muñoz Morales
Profesor de Comunicación Política
Director de Comunicaciones Santo Tomás, Talca