Tras el exitoso lanzamiento del proyecto “Co-diseño de sistemas productivos sostenibles y permanentes”, ejecutado por la Universidad Mayor con el apoyo de la agencia FIA (Fundación para la Innovación Agraria), se presenta una nueva etapa enfocada en el Pozo Canadiense como una solución concreta y accesible para los pequeños agricultores de La Unión.
Esta tecnología, basada en energías renovables no convencionales, aprovecha la temperatura constante del subsuelo para resguardar los cultivos frente a heladas y otros eventos climáticos extremos. Con ello, contribuye a fortalecer la resiliencia, la eficiencia y la sostenibilidad de la agricultura familiar en la región.
Además de su aporte tecnológico, la implementación de el Pozo Canadiense ha fomentado la colaboración entre instituciones académicas, organizaciones del sector agrícola y agricultoras y agricultores locales. Este trabajo conjunto ha permitido generar conocimiento aplicado, adaptar soluciones a la realidad regional y fortalecer redes para la difusión de innovaciones en el campo. Esta tecnología, aprovecha el intercambio térmico subterráneo para mantener temperaturas óptimas en invernaderos y huertos, protegiendo los cultivos incluso durante heladas extremas. El Pozo Canadiense destaca por ser una ERNC disruptiva, flexible y escalable, que responde a las necesidades de los pequeños agricultores y se alinea con los lineamientos estratégicos de FIA, promoviendo un agro chileno más competitivo y preparado para enfrentar los desafíos actuales y futuros.
UNA SOLUCIÓN FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
“El Pozo Canadiense representa una innovación de alto impacto para la agricultura familiar del sur de Chile. Es una solución concreta frente al cambio climático, de bajo costo operativo, adaptable y alineada con los lineamientos estratégicos de FIA para hacer del agro un sector más sostenible y resiliente”, señaló Patricio Cantos Oyarzún, representante regional de FIA para Los Ríos y Los Lagos.
El desarrollo del Pozo Canadiense en La Unión enfrentó retos técnicos significativos, como modelar el complejo intercambio térmico subterráneo y adaptar el sistema a las necesidades prácticas de la agricultura familiar. Gracias a avanzadas simulaciones y estudios de transferencia de calor, se determinó que enterrar los tubos entre 1,5 y 2 metros mejora la estabilidad térmica, y que usar tuberías cortas y diámetros adecuados aumenta la eficiencia energética. Esta tecnología flexible y escalable representa una alternativa innovadora y accesible para proteger cultivos frente a heladas, contribuyendo a la sostenibilidad y resiliencia del sector agrícola regional.
“El principal desafío fue modelar un fenómeno complejo como el intercambio térmico subterráneo, lo que logramos mediante simulaciones avanzadas. El sistema permite elevar entre 6 y 9 °C la temperatura del aire, protegiendo cultivos incluso en heladas severas, y puede escalarse desde huertos familiares hasta grandes invernaderos”, explicó Sebastián Rocha Mella, PhD, académico de la Universidad Mayor.
Durante los próximos meses seguirá ejecutándose el programa “Co-diseño de sistemas productivos sostenibles y permanentes”, entregando nuevas herramientas a los beneficiarios y beneficiarias del programa.