“El estilo es el hombre” dictaminó Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon, en su discurso de ingreso a la Academia Francesa el 25 de agosto de 1753. Se refería, obviamente, al “arte de escribir”, pero su mirada iba más allá. Un comentarista contemporáneo lo resumió en una frase: “El estilo es lo que nos hace ser lo que somos, es la expresión de nuestra individualidad en cuanto seres sociales”.
En estos días, en medio de la tormenta que generaron sus palabras sobre el matrimonio universal, se podría concluir que el Presidente Piñera cree que gobernar es hacerlo sin ataduras partidistas ni “orejeros”. Es él quien toma las decisiones, no siempre con el acuerdo de sus allegados, ni siquiera los del mítico “segundo piso” de La Moneda.
No hay otra explicación para lo que ocurrió el martes pasado, cuando entregó su mensaje anual en Valparaíso. Frente a los múltiples desafíos que enfrenta, no vaciló en poner en jaque a la coalición de gobierno, informando a última hora a un puñado de ministros. El anuncio de que pondría el acelerador al proyecto de matrimonio homosexual, que languidecía en el Congreso, reavivó los fuegos de la discordia en Chile Vamos y provocó rechazos múltiples en el mundo cristiano: católicos y evangélicos.
Ximena Rincón, fugaz candidata presidencial de la DC, sentenció que la decisión de poner urgencia al matrimonio igualitario por parte del Presidente Sebastián Piñera era una muestra de “destreza política”. En conversación con Tele 13 radio dijo que el debate que se desató “sacó el foco de los temas urgentes y apremiantes de nuestro país”. Efectivo, se podría agregar, pero efímero.
Pocos días antes, el Presidente Piñera había adelantado la puesta en práctica del “Pase de Movilidad”. Según trascendió, la medida había sido analizada favorablemente en varios niveles, tanto políticos como de salud. Parecía, sin embargo, que dado el aumento de contagios en lo que se ha llamado la tercera ola, parecía prudente esperar mejores índices.
En una reafirmación de su personal estilo, el mandatario no lo hizo así. El domingo 23 de mayo anunció intempestivamente su implementación para las personas que cuenten con las dos dosis de la vacuna contra el Covid-19.
El efecto fue instantáneo: apenas estuvo disponible, miles de chilenos lo aprovecharon en todo el país para salir del confinamiento. Molesto por no haber sido escuchado, el Colegio Médico optó por marginarse de la mesa social Covid-19.
“Creemos que esta medida puede empeorar gravemente la situación de la pandemia en nuestro país, y desde ese punto de vista, por lo menos, el Colmed no quiere ser parte de una decisión que consideramos categóricamente errada”, explicó su presidente subrogante, Dr. Patricio Meza.
Posteriormente se vislumbró una posibilidad de acuerdo respecto del Pase de Movilidad. El jueves se anunciaron algunas limitaciones para su uso. Pero el malestar de quienes creen que sus opiniones no son tomadas en cuenta sigue latente en este tema y ahora en el del matrimonio universal…
Es el riesgo de actuar de manera personal e impulsiva. No es lo que aconsejaba el conde de Buffon: “Escribir bien es a la vez pensar bien, sentir bien y expresarse bien; es poseer a la vez ingenio, alma y gusto… el estilo es el hombre mismo: el estilo no puede robarse ni transportarse”.
Se cree que no estaba hablando solo de escribir.