El verano se acerca y las temperaturas lo saben. Los termómetros podrían llegar hasta 35° en ciertas comunas; los días previos a Navidad serán calurosos en la Región Metropolitana. Todos se ven afectados por estas olas de calor, pero especialmente sufren los estragos los niños, las embarazadas, los adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, como el asma o los que tienen complicaciones cardiacas.
“El aumento de la temperatura corporal puede provocar incomodidad, despertares nocturnos y dificultades para dormir”, comenta la profesional. “Pero, afortunadamente, hay ciertas cosas que podemos hacer para ayudarnos a controlar la temperatura y poder conciliar nuestro sueño”, afirma.
Otras recomendaciones de la especialista son:
- Ventilar muy bien la casa durante la mañana y crear un ambiente fresco en el dormitorio.
- Cerrar ventanas y cortinas para que no se acumule tanto calor durante la tarde.
- Utilizar ropa holgada y sábanas de algodón.
- Una dieta ligera, y rica en frutas y verduras, puede ayudar a regular la temperatura corporal y mejorar la calidad del sueño.
- Los líquidos más adecuados para hidratarse en el día son las infusiones y el agua, mientras que se deben evitar las bebidas azucaradas, el café y el alcohol en las noches.
- Tomar duchas tibias antes de dormir.
Consejos según edad y condición particular
En el caso de los recién nacidos, la recomendación es no sobreabrigarlos a la hora de dormir, dado que es el grupo etario más propenso a tener shocks de calor. “Se deben dejar brazos y piernas descubiertos por las noches, y estar atentos a la temperatura de la pieza al acostarlos”, detalla la Dra. Oliva.
Sin embargo, los bebés no son los únicos que sufren del calor. La especialista en sueño entrega las siguientes recomendaciones según grupo etario y condiciones específicas.
Grupo de población | Recomendaciones clave |
Adultos mayores |
|
Mujeres y hombres con insuficiencia venosa |
|
Embarazadas |
|
Personas con enfermedades crónicas (asma, enfermedades cardíacas) |
|
Niños |
|
Las altas temperaturas pueden afectar nuestra salud de diversas maneras, desde la deshidratación hasta el insomnio. Sin embargo, existen medidas sencillas que podemos tomar para protegernos y disfrutar de un verano más saludable. Beber abundante agua, vestir ropa ligera, ventilar los ambientes y seguir las recomendaciones específicas para cada grupo etario, son solo algunas de las claves para enfrentar las olas de calor.